miércoles, 1 de septiembre de 2021

Anaga, los senderos cerrados y La Orotava

 

No se puede pasar ainss
Si Tenerife despunta en algo es en sus ricos y maravillosos paisajes naturales que van desde los prehistóricos bosques de Laurisilva, hasta los volcánicos que nos trasladan a lo que imaginamos que debe ser la orografía lunar o de Marte. ¡Una pasada! La verdad es que estaba deseando patearme los senderos más impresionantes. 

Yo quierooooo
La primera excursión decidimos que fuera por El Parque Rural de Anaga, declarado Reserva de la Biosfera. Una preciosa zona llena de barrancos, roques, calas... y una flora impresionante... Peeero, antes de llegar ya nos estaba mandando un mensajito mi hermana que se había adelantado: "Chacha, chacha, que me dicen que los senderos están cerrados!"

¡¿QUÉEEEE?!

Y no puedo buaaaaa!!!
Pues sí, cuando llegamos, un forestal nos facilitó un poco más de información, pero no mucha más. Por riesgo extremo de incendio se habían cerrado muchos senderos (TODOS) de la isla y no se sabía cuando se volverían a abrir (por si alguien lo dudaba los abrieron el mismo día que cogimos el avión de vuelta).

Desde el coche no es lo mismo
Siempre nos quedarán los miradores
Mis sueños se hicieron añicos en un momento, pero me quedó un premio de consolación: al menos los miradores estaban abiertos y se podían acceder el coche (buf, que poco me gustan las rutas en coche). Al menos podríamos ver las maravillas naturales de Tenerife, aunque no pudiéramos sumergirnos en ellas.

Podríamos estar andando por ahí, pero nop
Raúl tomó una decisión rápida viendo mi creciente decepción y la cara de horror de los peques ante la idea de meterse en el coche ni un minuto más. "¡Al pueblo de la Orotava! Que he leído que es muy bonito". Entre protestas y lamentaciones nos metimos en el coche y pusimos rumbo al pueblo sugerido. Mi hermana se fue ya directa a casa porque la idea era llevar a los perros al paseo y ya en suelo urbano no es lo mismo.

Vistas impresionantes
La verdad es que Raúl tenía razón y el casco antiguo nos pareció muy bonito, con sus casas de colores, sus balcones de madera tallada y sus fachadas impresionantes.

Muy impresionantes
Nos recorrimos las calles en un día más bien fresquito y agradable, disfrutando de sus calles y rincones (aunque yo seguía con el comezón de los senderos cerrados, no os voy a engañar). Lo que más nos gustó fue un jardín muy curioso, organizado en varias plantas conectadas con escaleras, desde el que se podía disfrutar de unas vistas chulísimas de todo el centro histórico. El jardín en sí es precioso y vale la pena recorrerlo con tranquilidad, aunque no es muy grande. A posteriori me enteré que se llamaba jardines Victoria.

Un amiguete muy silencioso
También vimos que el pueblo contaba con un jardín botánico, ¡con lo que me gustan!, peeero, siguiendo con la estela gafe que nos persiguió durante todo el viaje, estaba cerrado joooo. Sólo pudimos avistar algo desde fuera y prometía mucho. En fin, qué se le va a hacer.

Lo que pesa el saber!
En nuestro recorrido nos cruzamos con la casa de los balcones que es muy bonita por fuera y tiene un museo en el interior que seguro que nos hubiera flipado, pero los niños no tenían muchas ganas de entrar y no quisimos obligarlos, así que lo dejamos pasar. No queríamos que nos la liaran dentro y acabar el día con bronca gorda. A veces es mejor ceder. Un pena porque fue casi lo único que encontramos abierto. 

Menudo arroz negro que nos metimos al cuerpo jejeje
El molino de gofio que se publicitaba en varios sitios también lo encontramos cerrado. Otro centro que tenía las puertas abiertas y que no dudamos en visitar era el de Interpretación del Teide, no en vano el pueblo se encuentra dentro del Parque Nacional del famoso volcán.

La Orotava es muy bonito
Dentro encontramos curiosidades y datos varios sobre la flora, fauna, orografía e historia del mismo. Los vídeos llamaron la atención del mayor, al que teníamos que esperar todo el rato, porque el resto tampoco estábamos tan interesados en verlos. Lo que nos gustó mucho fue el pasillo decorado como el interior de un volcán. Salimos de ahí comentando la visita, pero sin ideas para el siguiente paso. 

¡Vamos! Que se nos acababan las opciones allí, así que cogimos el coche y nos volvimos a la casa de mi hermana a coger los bañadores y las toallas con claras intenciones de acabar en la playa, que era básicamente lo que llevaban pidiendo los peques todo el día.

Los balcones molaban mucho
¡Ah! Antes nos pasamos por Santa Cruz en un intento de seguir las visitas culturales, pero el aplastante calor que nos encontramos allí nos quitó las ganas. Menuda diferencia con la climatología de La Orotava. La visita exprés ya la incluiré en el post que le dedicaré esta ciudad, porque sí. Volvimos otro día para seguir explorándola.


Calles preciosas


Super chulo el jardín





Aquí hay bicho

Esto me pareció raro






El pasillo volcán



Lo azul eran las zonas cerradas


4 comentarios:

  1. Qué lástima que estuviera cerrado. Un beso

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    1. Pues sí, pero en realidad lo peor fueron los grados que sufrimos, que ni te apetecía ponerte a andar por el campo XS
      Pero lo bueno es que vi a la familia yujuuuu y que lo pasamos muy bien :D
      Muchas gracias.

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  2. Jajajjaja un poco gafe sí que eres.... Bueno , no les queda más remedio que volver😜

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