Nos metimos en el cine un día raro a una hora rara para disfrutar con tranquilidad de la experiencia, pero no contábamos con que estábamos en el inicio de las vacaciones estivales de los peques y nos encontramos con una marabunta infantil bastante maleducada.
No es que pegaran patadas, es que directamente clavaban los pies en la butaca de delante y de ahí no los quitaban. Si les pedías amablemente que no te clavaran los pinreles ni te miraban y seguían a lo suyo. Así que tuvimos que cambiarnos de butacas para no sufrir dolor de espalda crónico durante el visionado.
Realmente no me importa que sean ruidosos (que también lo eran) porque el volumen estaba tan alto que era imposible no escuchar los diálogos (y tampoco hacía falta porque el argumento es tan simple, que hasta en mute te enteras de lo que pasa). Es más, cuando vas a ver una peli de acción, aventuras o suspense los comentarios del público le suelen dar vidilla y es parte de la diversión. Lo único por lo que les guardo rencor es por el tema de las patadas profesionales en la butaca de enfrente. Tranquilos, tampoco me quedé con sus caras. Es un rencor platónico.
Pero centrémonos, que me pierdo en elucubraciones. El caso es que se apagaron las luces, se iluminó la pantalla y empezó... a desfilar anuncios publicitarios uno tras otro. De suerte que pillamos algún trailer, que son más entretenidos. Entiendo que los cines tienen que sobrevivir de alguna manera, pero tener ya por costumbre retrasarte las películas mínimo quince minutos de la hora indicada es un muerto total.
En fin, el momento llegó y la peli empezó. "Mami, esto parecen escenas sueltas a las que sólo les une la presencia de los dinosaurios en ambientación actual", me soltó el viejo de 10 años que me acompañaba media hora después. No le falta razón, pero como perro viejo yo ya me lo esperaba visto el elenco de actores. Cada uno tenía que tener sus, al menos cinco minutos de presentación, aunque luego esa parte de la historia no tuviera nada que ver con el argumento en el que te sumergen en las siguientes dos horas.
El resultado final es una película de aventurillas entretenida, pero sin nada nuevo bajo el sol. La historia no es muy original, las situaciones son lasa de siempre, los chistes tampoco son muy frescos y evidentemente todas las resoluciones se ven venir. Sólo hubo un punto que me pilló desprevenida, que no vamos a comentar, evidentemente. Evitemos spoilers, aunque sean chorras.
Hasta los ataques de los dinosaurios están muy vistos, y con tanto protagonista suelto, son muy poco emocionantes. la técnica de animación es la misma a la que ya estamos más que acostumbrados. Sí, es alucinante, pero cada vez menos.
Como película familiar (pero no para niños muy pequeños, porque la sangre salpica) es una excelente opción porque sabes que no te vas a aburrir, aunque, confieso que se me fue la mente a otras cosas en algún momento intermedio de la filmación. No, no me enganchó mucho. En cambio, el peque salió muy contento con su elección.
No será un peliculón, cubre las expectativas de lo que se espera de ella (más de lo mismo) y da para una divertida tarde de palomitas.
Dicen que es menos truculenta que la primera. Un beso
ResponderEliminarPues ahora que lo dices, puede que sí. No recuerdo mucho de la primera. Tampoco me dejó mucha huella jajajaja
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