El milagro se ha obrado. El pequeño Daniel ha dormido toda la noche de un tirón. Sé por otras experiencias que lo más probable es que sea un hecho puntual y que probablemente esta noche todo vuelva a la normalidad. Pero el simple hecho de que haya ocurrido una vez quiere decir que se puede repetir más veces y eso me da una pequeña esperanza.
El chiquitín ni siquiera ha pedido biberón, ni se ha despertado llorando a todo pulmón. Toser, sí que ha tosido mucho, aunque parecía que los ataques no lograban despertarlo. A la que sí despertaban era a mi, que me he pasado toda la noche en vela por la preocupación. EStoy deseando que se le paso este maldito resfriado que lleva arrastrando desde hace mucho tiempo. Aunque por lo que me cuentan otras madres ya puedo esperar sentada. Supongo que pido otro milagro porque en la guardería todavía le quedan muchos virus que recoger.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encanta saber lo que piensas.