A la salida del cole, una abuela trajo a su nieto una funda transparente llenas de robots de papel recortados. El nieto en cuestión es uno de los amiguitos de Daniel, que se vio profunda e inmediatamente interesado en el tesoro de su compañero de clase.
Orgullosísimo, el peque les enseñó a él y a otro amigo su tesoros pintados por sus propias manitas. Yo estaba demasiado ocupada intentando adivinar que porras le pasaba a Iván, que últimamente está un poquitín más dictador y exigente que de costumbre. Así que no me di cuenta de lo que estaba pasando hasta que una madre amiga se me acercó y me dijo: "Ya sabes lo que nos toca esta tarde. ¿no?". Le miré un poco perpleja exprimiéndome el cerebro para ver qué se me había olvidado que tenía que hacer esa tarde. "¡¡Robots!!" me soltó riéndose a gusto. La mirada de nuestros hijos nos conformaron sus sospechas. Un poco más tarde, nos lo decían abiertamente: "Queremos robots como los de Juan... ¡A casa!" Y a casa que nos fuimos las dos en busca de cartón y rotuladores.
Cajas de galletas, de cereales... Todo vale para hacer feliz a un hijo. Así que, la facilité rotuladores al peque, me hice con un indeleble negro, tijeras y toda la imaginación de la que fui capaz y a crear robots. Yo los dibujaba y él los coloreaba y les añadía las caras y los botones.
Hasta Iván quiso participar para gran disgusto de su hermano mayor, pero enseguida abandonó la artística tarea por el "puzle tren" como él lo llama. Le encanta este juguete. Puede pasarse horas montando y desmontando las vías y jugando con el trenecito.
Así que, sin comerlo ni beberlo, echamos la tarde gracias a los robots de Juan.
Por cierto, queda pendiente la batalla final entre los robots de los tres niños. Entre extrascolares y deberes laborales maternales ha tenido que ser aplazada hasta el lunes. Un día estratégico porque abren la biblioteca del cole y podemos hacerla allí si se nos presenta mal tiempo. ¡¡Las mamis pensamos en todo!!
Bueno, esta vez no tuviste q echarle imaginación :-) y te salió barato el tema robots!
ResponderEliminarEl tren me suena taaaaaaaaaaaaaanto...mi peque le tiene y se ha pasado horas y horas entretenido con él.
Barato, creativo y divertido ¿Se puede pedir más? jajajaja
EliminarEn cuanto al tren, ¡no me extraña que triunfe! Yo misma me he sentado a hacer diferentes circuitos con las piezas de las vías. Un acierto total de Ikea que ha sido copiado y requetecopiado por otras empresas :D
A mí me encanta todo lo que sea dibujar, recortar...pero Peque se me cansa enseguida...es un chico de acción, jejejejeje!
ResponderEliminarMuas!
Entonces a él le va más la parte de la batalla de robots jajaja
EliminarMenos mal que no tengo hijos porque no sé lo que podría salir si me pusiera yo a hacer robots caseros. Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarEso mismo pensaba yo hasta que los tuve jajajaja
Eliminarsi al fin y al cabo estos juguetes son los que molan, como las arañas, si lo haces tu, tiene su que y es importante que los elan apreciar!!
ResponderEliminaresperamos el resultado de la batalla!;)
besotes
Es que el valor sentimental supera al material con creces :D
EliminarYa te contaré la batalla, aunqeu vaticino que habrán risas, gritos, lloros... Y que cada uno se irá a casa convencido de que ha sido el ganador total y absoluto jajaja