De verdad que ya empiezo a perder la cuenta con tanto cumpleaños. Pero es difícil organizarlo todo en el mismísimo día en el que nacieron. Así que el domingo celebramos el cumpleaños de Iván en familia en casa de la abuela Chari, a causa del problemilla de alergias a los gatos que ya expliqué cuando celebramos el de Daniel, hace poco más de un mes.
Esta vez elegimos las brochetas como las reinas de la comida. Mientras Raúl se bajó a los niños a jugar en la zona verde de la comunidad, su madre y yo montábamos los ingredientes que habíamos llevado para ocasión: cerdo-tomate cherry-soja-pipas, pavo-beicon, salchichas de diferentes clases-beicon, cerdo-manzana-champiñones, cordero-piña... fueron algunas de las brochetas que hicimos. Y gustó bastante el invento. Aunque a lo niños las que más les gustó fueron las de chuches. No es de extrañar.
La tarta también triunfó entre el público infantil y no es de extrañar porque tenía sabor a huesitos y estaba realmente deliciosa. Pienso repetirla cualquier día de estos. Es facilísima y les encanta. Aunque la próxima vez no creo que compre la capa de azúcar con dibujo (Rayo McQueen, of course). les gustó muchísimo, pero el precio es bastante elevado para lo que son.
Iván recibió muchos regalos geniales. Sobre todo libros de superhéroes y de monstruos. él y su hermano se pasan horas y horas ojeándolos y pidiéndonos que se los leamos. También recibió un juego de bingo de colores, otro de pinchitos con dibujos guías para ir poniendo las piezas en su sitio correcto, un patinete que enseguida quiso montar y lo hizo muy bien, dos figuras gigantes de Hulk y Lobezno que le tienen enamorado... ¡Vamos! Que la sonrisa que lucía era talla XXL.
A pesar de la lluvia terminamos el día entre juegos al aire libre e la zona ajardinada de la comunidad. Afortunadamente, tiene una zona techada y pudieron correr y saltar a su gusto.
Fue un día muy emocionante. Acabamos todos agotados, pero felices.
Eso sí, el lunes no podía levantarlos ni con grúa. Y llevan arrastrando el cansancio toda la semana a pesar de que los meto en la cama a eso de las nueve. A los dos minutos ya están roncando.
Está claro que el próximo fin de semana va a tocar planes tranquilos
¡Cuántas emociones! ¡Y qué de regalitos molonessss!
ResponderEliminarMuas!
Yo creo que lo que más les gusta es ser los totales y absolutos protagonistas del día jajaja
EliminarCómo mola el patinete!!! De pequeña siempre quise y nunca tuve. Snif... (Traumas infantiles, jajajajaja). Besotes!!!
ResponderEliminarNunca es tarde!!! Ahora venden unos para adultos que flipas. Raúl tiene uno. Yo es que soy muuuuy torpe y es mejor que ni lo intente ;)
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