lunes, 29 de agosto de 2022

Escape Room: Jumanji

Suenan los tambores, ruedan los dados y toca escapar de la selva y sus peligros con el peligroso juego de mesa Jumanji.

Iván y yo nos apuntamos a esta loca aventura que se desarrolló en uno de los patios del Ceulaj sin dudarlo. Una exploradora se presentó ante nosotros y nos repartió los materiales iniciales de la aventura junto con unas palabras de advertencias sobre el juego que estábamos a punto de iniciar. Si abandonábamos nos quedaríamos atrapados en la selva para siempre.

Para lograr salir teníamos que buscar pistas, resolver acertijos, utilizar todos los recursos a nuestro alcance... Y si eso no era suficiente siempre podíamos pedir pista a la avezada exploradora forzando nuestra suerte con los dados.

Según el resultado de la tirada tendríamos que hacer una divertidas pruebas que iba desde avanzar dando saltitos hasta convencer alguien que pasar por allí de que gritara Jumanji con nosotros o cantar una canción, entre otras igual de divertidas.


La organizadora, Cacahuete, se lo curró muchísimo y derrochó toneladas de paciencia entre los alocados jugadores. 

A nuestro equipo nos tuvo que ayudar bastante porque la pieza del juego que necesitábamos estaba ¡justo debajo de un foco de luz! Y, tengo que confesar una fobia mía que me cuesta mucho superar, desde que me llevé una calambrazo épico enchufando no me acuerdo qué cuando era niña le tengo respetillo a la electricidad. Soy de esas locas que se ponen a chillar a sus hijos para que no se les ocurra tocar las farolas por si acaso, sí.

Así que nos tuvo que rescatar ella la pieza porque ni yo me atrevía a cogerla, ni dejaba a los niños meter la mano. Tampoco me hacía gracia la posibilidad de que nuestra guía acabara chamuscadilla, pero queríamos nuestra pieza para seguir jugando.

Logramos descifrar códigos, abrir una caja, resolver puzles y acabar la partida triunfantes al grito de Jumanji. Muy épico todo.

Iván terminó el juego un poco enfurruñado porque le cuesta mucho tratar con niños pequeños (le falta paciencia), pero a pesar del ceño fruncido no podía evitar prestar atención a lo que iba pasando.

Menos mal que acabamos el juego. No me imagino una eternidad atrapada con este niño de morros XP

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