Este finde repetimos con el Museo de los Bomberos. Mi hijo mayor andaba como loco por volver a subirse a los camiones decrépitos que tiene en la entrada, pero se le cayó el alma a los pies cuando vio que una cinta de precinto los rodeaba impidiendo el paso. Se llevó tal decepción que me fui directa a la oficina de la bedel para ver si había alguna solución a su problema, pero no había nada que hacer.
Habían tenido problemas con avispero y padres que no hacían caso de los carteles de advertencias y luego le reclamaban a ella con malos modos. En el fondo estoy totalmente de acuerdo. Esos camiones no estaban en condiciones de acoger a locos bajitos. La picadura de una avispa es lo de menos teniendo en cuenta el peligro de tétanos u otras bacterias peligrosas que debían rondar por sus hierros oxidados. Pero hubiera estado bien que los hubieran sustituido por alguna atracción más segura teniendo en cuenta que el cien por cien de sus visitas son de familias con niños pequeños.
Daniel vagó como alma en pena entre los vehículos de la exposición. Aseguró que los maniquís le daban mucho miedo y no levantó cabeza hasta que descubrimos unas maquinas que no estaban acordonadas llenas de palanquitas, ruedas y botones. No estoy segura de que se pudieran manipular, pero lo vi tan emocionado que no fui capaz de decirle nada. después de todo, no tenía ningún cartel que prohibiera tocar. Allí estuvieron los dos un buen rato toqueteando encantados. No era un camión de bomberos, pero como premio de consolación tampoco estaba mal.
Salimos de allí con nuestros carnets de bombero infantiles e hicimos una paradita corta en los columpios del Cerro del Tío Pío antes de irnos a casa a comer.
Pobres!!
ResponderEliminarAquí no hay museo de los bomberos, pero una vez al año, por el patrón de los bomberos (q no me acuerdo cual es) en uno de los Parques de Bomberos de la ciudad, en el que trabaja un compañero de clase de mi niño hacen una jornada de puertas abiertas para los peques...es una pasada!!
Les dejan subirse a un par de camiones de los de verdad, eso sí, con un bombero para enseñarselo, les dejan tocar la sirena y hacerse fotos, les dejan coger una mangera de verdad y apuntar con el agua a unas dianas, les dejan hacer rapel (a los más mayores) y para terminar fabrican espuma, imagínate como se lo pasan los peques por si no habían disfrutado bastante ;-)
Eso sí, hay q llevar toalla y cambio completo de ropa (calzoncillos incluidos).
Uy...un compañero de clase no!! el q trabaja es el papá de una compañera de su clase :-)
EliminarMe imaginé que sería su padre jajaja
EliminarMe imagino el chiquitín enseñando el parque de bomberos el solito :D
Pues es una iniciativa genial. Ojalá la hicieran aquí también. Me imagino a los chiquillos como locos de contento entre la espuma.
Ay, la verdad es que da mucha pena cuando uno ve la desilusión en la cara de un niño. No se te ocurre qué puedes hacer para consolarlos... Menos mal que por lo menos tuvo palanquitas. Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarSíiii. El pobre se quedó muy plof, pero la final se lo pasó bien que es lo que cuenta. Aunque se lo hubiera pasado mil veces mejor montado en un camión rojo de esos :D
EliminarJo, qué rollo! (me he puesto a tope en el papel de tu hijo, jajaja!). Como dice Álter, al menos pudo darle a los botones!
ResponderEliminarMuas!
Y coger una manguera. No veas la ilusión que le hizo. Yo creo que ya se estaba imaginando en plena acción jajaja
EliminarEs un sitio muy chulo para niños pero tenéis razón, sería peligroso entrar en esos camiones tan antiguos.
ResponderEliminarSaludos
La primera vez que fuimos sí se montaron y recuerdo que pensé que allí el tétanos debía hacer fiestas con sus amigos el tifus y la difteria :S
EliminarUn sitio muy chulo para los niños, ya se ve en la foto lo mucho que han disfrutado siempre con sonrisas jeje
ResponderEliminarAl final le sacaron provecho a la visita jeje
EliminarQuizás si que es peligroso para que los niños se suban a viejos camiones pero si hasta cuando yo los veo me apetece hacer el ganso¡Es súper tentador...jaja¡
ResponderEliminarBesitos
Admito que la primera vez que fuimos, y sí se podía montar, no desaproveché la ocasión de montar y tocarlo todo jajaja
EliminarQue pena! pero bueno, al final se le paso un poco el disgusto... no hay nada como una máquina con muchos botones para animar a un niño.
ResponderEliminarEstaba encantado con las palanquitas, botoncitos y la manguera. Lo bueno de la experiencia es que aprende algo más sobre los límites. Hay que ver cómo saco la madre que hay en mí jajajaja
EliminarOhh pobres, además se les queda una carita de decepción y tu no sabes que hacer si comprarte un camión de bomberos y que no sufran o camelarte algún bombero por ahi con tal de dejarle que suba un ratin. Jajaja ya de paso te alegra la vista.
ResponderEliminarQué razón tienes! Lo que no hagamos por un hijo... Si hay que camelarse a un bombero. ¡Se camela! jajaja
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