En una de estas que le estaba poniendo el pañal de la noche al benjamín de la familia, me quedé con la cinta de cierre en la mano. Un poco contrariada fui a por otro y salvaguardé las sábanas una vez más.
Con el pañal roto en la mano decidí buscarle otro uso alternativo antes de que se fuera derechito al cubo de la basura. Ni corta ni perezosa, busqué experimentos en San google y el primero que me salió fue con el que me quedé. ¿Nieve artificial? Era demasiado tentador como para ignorarlo. Y sólo necesitábamos agua, unas tijeras y el pañal. Facilísimo.
Cuando les conté el plan a los chiquillos les encantó y me persiguieron ansiosos por toda la casa hasta que tuve todo listo para empezar. Rompimos el pañal por la parte interior y sacudimos el polvito blanco (policrilato de sodio) que se encuentra entre el algodón del relleno en unos tuppers. Entonces les animé a verter el agua sobre él, cosa que hicieron encantados. Como me pareció que echaron demasiada fui a por otro pañal para destripar. Primer error. Hay que tener paciencia. La "nieve" no tardó en formarse para regocijo del mayor. Que se dedicó a tirar más y más agua sobre la gelatina con apariencia de hielo.
El pequeño se aburrió del ejercicio y prefirió jugar con los camiones un rato. Al ver el entusiasmo de Daniel le saqué útiles de la cocinita de juguete para que ampliara su juego. Al rato, Iván se volvió a sumar a la actividad. Yo iba y venía para vigilarlos, aunque era imposible evitar que cayera la gelatina al suelo. Segundo error.
Al final la habitación de los juguetes acabó convirtiéndose en una improvisada pista de patinaje sobre hielo. Los niños se lo estaban pasando en grande, pero los tortazos iban en crescendo.
Ellos se volvía a levantar muertos de la risa, pero yo estaba a punto de la taquicardia. Me daba pena cortarles la diversión, pero tras un buen rato en el que ya casi estaban más en el suelo que de pie adopté el papel de cortarollos por su propio bien. Por supuesto, los niños no estaban dispuestos a abandonar un juego tan emocionante, así que me tocó patinar hasta ellos, atraparlos y arrastrarlos por todo el pasillo hasta la bañera. ¡Casi me mato! Pero sus risas se podía oír en Sebastopol. Se metieron al baño mohinos, pero sin mucha resistencia.
Nunca los baño junto porque se chinchan demasiado y siempre acaban pegándose, pero en esta ocasión no quedaba más remedio. les amenacé con no volver a repetir la experiencia si no jugaban pacíficamente y me dejaban recoger el desastre con tranquilidad. La verdad es que confieso que les he mentido. ¡No pienso repetir esta experiencia! Al menos no dentro de mi casa. La pista de patinaje ocupaba ya desde la habitación de los niños, todo el pasillo y parte del baño. Vaya peligro.
Patinando a lo loco, intenté fregar el suelo damnificado. Tercer error. Con el agua de la fregona eso no hacía más que crecer. No había manera de recogerlo. Al final con paciencia, unos paños y la ayuda de mi marido, que no sabía si divorciarse o llevarme a un psiquiatra por montar tal desaguisado, conseguimos adecentar algo el lugar y que ya no resbalara.
Cuando los niños salieron del baño se sintieron muy decepcionados por no tener su maravillosa pista de "hielo". Me temo que no pasará mucho tiempo hasta que me vengan con un pañal en las manos y una mirada ilusionada en los ojos.
Consejo: no hacer este experimento dentro de casa o ateneros a las consecuencias...
Jajajajaja. Tú también te lo pasaste bien patinando, reconócelo. Un besote!!!!
ResponderEliminarBuf no creas. Por un lado veía a uno de mis hijos descalabrado irremediablemente, por otro, era incapaz de permanecer recta y digna con tanto resbalón, y por último, limpiarlo todo fue el infierno jajaja
EliminarPero confieso que al principio, cuando empezó a surgir la "nieve" sí que estaba muy emocionada
¡Qué bueno!, yo también vi lo de la nieve el otro día y estuve tentada a probar, menos mal que no lo hice, jajajajaja.
ResponderEliminarEs una pasada ver cómo se va formando la nieve artificial. Parece magia. Lo malo es que los peques lo tiran todo al suelo y se arma la catástrofe. Si tienes patio o jardín o algo así lo veo más fácil.
EliminarNosotros no lo hemos probado aunque sí está apuntado en actividades por hacer...ufff..tengo tantas, jaja. Cuando llegue el buen tiempo a ver si lo hacemos en el patio exterior y dentro de una caja de las que usamos para hacer juegos sensoriales.
ResponderEliminarPor cierto, nosotros también compartimos hoy nieve artificial pero con sal, aunque después de esta experiencia no sé si te quedan muchas ganas, ja ja.
Reconozco que es muy divertido, pero el follón que se monta es muy difícil de limpiar :S
EliminarLo del patio es buena idea porque le puedes dar una manguerazo :D
Me encanta la idea de hacer nieve con sal. Se lo haré a los peques en cuanto encuentre el sitio perfecto jajaja
jajajajajajajajajajaja..............
ResponderEliminarjajajajajaja................
¡la que has liado! jajajajajaja
Me encanta está experiencia :) creo que estoy como Daniel e Ivan jajajajajajaja..........
Parda, pardísima. Me temo que me he llevado un toque de atención de mi media naranja. Y con toda la razón!!
EliminarA partir de ahora tendré que presentarle un informe de daños antes de cada actividad jajaja
Yo tengo guardada esa receta porque nunca me animo a hacerla pero después de leerte...creo que la voy a borrar directamente ajajajja
ResponderEliminarPara ellos es la caña, porque encima la gelatina esa está fresquita y todo, pero como no tengan cuidado. ¡Ay madre! la que se lía!!!!
Eliminarjajajajajaa me meo, es que contigo es un no parar ojalá me hubiera divertido yo tanto. Me las estoy apuntado para el futuro de mi pequeño....aunque llegue a la taquicardia cómo tu merecerá la pena jajjajaja
ResponderEliminarApunta también que con esta puedes acabar teniendo una casa con suelo de hielo jajaja
EliminarLa verdad es que fue muy divertido hasta que tuve que limpiarlo todo ;)
A Mayor se lo enseñaron en el cole y vino con un vaso con la "nieve". Lleva en el congelador un mes porque dice que si lo saca, se deshace la nieve... Sabiendo lo "peligroso" que es y lo fácil que es para extenderse, se lo tiraré discretamente antes de que el Rubio lo encuentre y haga de las suyas
ResponderEliminarJajaja pues ten mucho cuidado que se puede liar parda ;)
EliminarComo mola ese cole!!
Jaja, Dácil ¿Para qué quieres carnaval? Si ya lo tienes ahí... ¡Ellos se lo pasaron pipa! Tenías que ponerte tú también a tirar y hacer una guerrita.
ResponderEliminarNosotros lo hemos realizado hace tiempo ,con poliacrilato de sodio industrial , que es un polímero que se obtiene a partir del hidróxido de sodio( yo he trabajado con ello) y por eso se usa en los pañales por su capacidad de absorción.
Ya te digo que tenemos el carnaval montado, aunque también hemos tenido disfraces y fiesta carnavalera jajaja
EliminarLo tuyo es que nivelazo profesional. Nunca llegaré a tanto buf buf.
Yo que tú pondría los pañales bajo llave, no sea que a alguno se le encienda la bombilla y abra el pañal a mordiscos...
ResponderEliminarBesotes!!!
No lo había pensado aaaarg!!!
EliminarLos veo capaces. Gracias por el aviso