Hacía mucho que no nos cuadraba pasarnos por un cuentacuentos de Akira Comics y ya lo echábamos de menos, así que este finde vimos que era un plan ideal para el sábado y nos apuntamos sin dudarlo.
Daniel tenía una motivación extra y es que está enamorado del manga de Yokai Watch y le había prometido que en cuanto se leyera el primero e hiciera la ficha de lectura le compraba el segundo (lo que sea porque lea). Y sí. ¡Se lo leyó en una semana! Así que se frotaba las manos pensando en el segundo tomo.
Llegamos pronto a la tienda y nos hicimos con el preciado comic. Por su parte, Iván se antojó de un peluche del parásito de la toxoplasmosis peludito monísimo y no pudimos irnos de allí sin el que ahora se llama estrellita y al que se lleva a todos sitios. Curiosamente el gato no se acerca a él ni loco. Y eso que le encanta chafar peluches, pero se ve que sospecha que éste es peligroso.
Cuando acabó el primer turno subimos a la planta superior a tomar posiciones. No sin antes echar un vistazo a los juegos y Warhammer, que el tío de los peques les ha descubierto para bien o para mal.
Nos dieron la bienvenida Cthulhu y una cobra, digoooo, nuestra cuentacuentos habitual y su ayudante, pero con esas marionetas tan molonas en las manos.
Enseguida se metieron de lleno en una de las obras maestras de Roald Dalh, uno de los autores a los que se van a dedicar los cuentos de esta temporada: Matilda. Al mayor le flipó la historia y nos ha hecho prometer que conseguiríamos la película (Hubiera preferido que quisiera el libro... en fin).
Tras las aventuras y desventuras de esta niña tan especial, nos contó la leyenda africana de Bamako y el clásico de la Cenicienta, con baile marchoso incluido. Iván se arrancó tímidamente a bailar un ratito "La bicicleta", pero no tardó en sentarse como hacía su hermano. Mientras yo sí que bailaba, que a mí sí que me gusta. Y me lo pasé pipa. Por cierto, no tenía ni idea, pero, por lo visto, en un versión más antigua, la cenicienta se llamaba Rodope.
También nos reímos muchísimo con una canción a base de imágenes, en la que los peques se embalaban y la cuentacuentos les hacía trampas para despiporre de los allí presentes que nos reímos muy a gusto. No faltó Goreti, la niña espaguetti, un cuento original de nuestra cuenta cuentos que a mis peques les encanta y que anima a comer de todo y sano.
Como toque final, un sugus y, de nuevo, la aparición estelar de Cthulhu, que estuvo jugando un ratito con Estrellita, que para eso son malvados y destructivos, cada uno a su manera.
El diez de diciembre van a celebrar el especial de Navidad, así que si no os lo queréis perder apuntaros a su newsletter accediendo a su web y escribiendo el email en la parte de abajo donde pone ¿Quieres recibir las últimas novedades? o mandad un email a Iván Marugan (ivi1976@gmail.com).
Qué chulo! Con Peque casi no he ido a cosas así, o no me entero, o me entero tarde, o ya tenemos otros planes... Y mira que le leo libros, pero lo de la lectura no es su pasión, qué le vamos a hacer!!
ResponderEliminarPor cierto, la toxoplasmosis no es una enfermedad vírica, es un parásito, jejejejeje... Deformación profesional! <3
Muas!
Suele pasar! Y es que tienen que estar cerca de casa porque si no, vaya pereza coger metro para ir...Me estoy volviendo comodona jajaja
EliminarMuchas gracias por la aclaración. No tenía ni idea. Ahora mismo lo corrijo :D
Matilda fue uno de los libros favoritos de mi infancia. A ver si lo convences para que lo lea.
ResponderEliminarBesotes!!!
A mí también me encantó. Se lo compraré a ver is cae la breva ;)
EliminarY a mí eso del manga no me llama pero oye nunca le he dado una oportunidad. Si me salen niños tan aficionados habrá que hacer por ello jejeje
ResponderEliminarBesos
A mí me apasionaba de jovencilla. Compraba un montonazo de colecciones que ahora andan perdidas en casa de mi madre ainss
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