viernes, 11 de noviembre de 2016

Pon orden en tu vida empezando por tu casa

Hace ya casi un mes tuve la suerte de participar en un taller organizado por Madresfera para poner orden en nuestra vida. Lo impartía Alicia, del blog Orden y limpieza en casa, e iba muy en serio. Nos puso firmes en un pis pas y comenzó a darnos una serie de tips que van a cambiar las vidas de todas las que la escuchamos, fuera en directo o en diferido, por Pericope.

Las ideas generales fueron:
- Nuestra casa es nuestro paraíso y tenemos que cuidarlo. Si sales mucho de ella es que algo falla. no estás a gusto.
- Hay que evitar los focos de caos
- Lo que no se ve no se usa y lo que no se usa se tira, se vende, se regala, se dona… Por ejemplo, un detalle de boda se tira antes de entrar en casa y la Larousse de tu madre para qué la quieres si tienes a San Google. Sólo ocupan espacio en los que podías guardar cosas útiles.
- Defender el consumo sostenible no comprando cosas que no vayas a usar.
- Importantisimo inculcarles el orden a los peques desde el principio. No podemos pretender que el niño ordene sus cosas si nosotros no lo hacemos.
- Generar una rutina de limpieza y una rutina de orden es muy importante porque nos hace hacer cosas sin pensar. Debemos hacer un planning de limpieza semanal ¡y seguirlo! El objetivo no es meternos maratones de limpieza, tenemos que descansar dos días en nuestro horario de limpieza.
- Hay que cambiar el chip, usar la cuberteria de plata, dejar de acumular cosas y quedarte sólo con los recuerdos en tu mente y corazón.

Una vez tengamos estas máximas grabadas a fuego ya podemos empezar. Pero, ¿por  dónde? ¡Por lo menús! Para confeccionar uno bueno tenemos que revisar la despensa y el frigorífico. Sacamos todo lo que hay, limpiamos las baldas, las ordenamos en bandejas por tipo de productos poniendo delante las que tengan fecha de caducidad más próxima y sabiendo lo que tenemos ya podemos hacer los menús y una lista de la compra coherente. Así logramos ahorrar, comer mejor, seguimos una rutina... Lo ideal es hacer esto una vez al mes. Por cierto, es muy importante leer las instrucciones de nuestros frigoríficos para guardar cada alimento en el lugar adecuado.

Y ya nos metemos de lleno en la cocina. Para empezar, todo lo que no se use al menos dos veces a la semana se va fuera de la encimera. Y lo que se use de uvas a peras como yogurteras, fondues o moldes para bombones se va fuera de la casa. Los tuppers deberían ser todos del mismo tamaño y pequeños y las sobras se guardan por raciones. Las bolsas de congelados son muy útiles y fáciles de almacenar. Acumular bolsas es uno de los grandes errores del siglo XXI. Con un par de ellas y una de tela debería bastar, aunque yo las uso muchísimo y me está costando decidirme a dar ese paso.

Una cocina que se haya limpiado a fondo, sólo debería llevarnos ocho minutos relimpiarla al menos dos veces a la semaña. Y el baño cinco minutos. Esto es algo que tampoco cumplo ni de lejos. Pero tampoco he tenido tiempo aún de revisar el armario de los productos de limpieza y dejar sólo lavavajillas, detergente, bayetas , estropajo, bolsas de basura y rollos. ¡Ah! Y vinagre y bicarbonato que son el invento para la limpieza. Tampoco lo he probado aún, pero Alicia asegura que deja la vitrocerámica y el horno como los chorros del oro.

Ahora toca los baños. Lo vaciamos entero, lo limpiamos y procedemos a organizarlo. Siempre que podamos almacenamos las toallas y los productos específicos para esta zona de la casa en sus armarios. Tiramos todo lo que no usemos: orquillas, gomitas, muestras... Intentamos reducir el gel de la ducha a uno. El de nuestros hijos es perfecto para nosotros.

Y vamos con la entrada, la parte más importante de la casa. Una entrada ordenada es una casa organizada. Es la puerta que nos da la bienvenida a nuestra casa. Tenemos que tener el abrigo de uso, el zapato de uso, el paraguas si vivimos en el norte. Si vivimos en otra zona lo dejamos en un cajón que tampoco lo usamos tanto. Es muy importante descalzarse al entrar a casa para no introducir la porquería de la calle en casa. Deberíamos tener colgadores a la altura de los niños para alimentar su autonomía.

Nos metemos de lleno en un tema muy jugoso: ¡Los armarios! Alicia asegura que necesitaremos tres o cuatro horas, pero yo ya llevo una semana en el intento y aún no he terminado con todos. 

Mejor si los niños están en el cole, con lo abuelos o dando una vuelta con nuestra pareja. Eso facilitará la tarea. Ponemos una manta vieja sobre la cama y vaciamos los armarios enteritos clasificando las prendas por tipos y tallas. Aprovechamos para limpiarlos y reorganizar. Si necesitamos una balda nueva, cajas, o quitar algún elemento, por ejemplo. Aquí se necesita lo que ella llama un sinpiedad. Hay que tirar a saco sin mirar atrás. Quien dice tirar, dice donar, regalar, vender... Lo que se prefiera, pero que se vaya fuera de la casa. Nos quedamos solo con lo que usamos. Este punto casi lo he logrado. He tirado la friolera de catorce bolsas de basura hasta arriba. Y eso que aún no he terminado la limpia. Dividimos la ropa por secciones: ropa de diario, ropa de fiesta, ropa de deporte...  Y por categorías. Entonces procedemos ha hacer el famoso doblado vertical (en rulitos) con el que la ropa ocupa menos y liberamos muchísimo espacio. Los organizadores, cajas, bandejas y cajones son esenciales para un buen orden en los armarios. Tenemos que tener todo a la vista y fácil de alcanzar. Para los bolsos destinamos un cajón y nos quedamos sólo con los que quepan allí. Las mejores perchas son las de madera y sólo se pone una prenda en cada una. 

Para almacenar hay que comprar lo que ella llama LA CAJA: deja respirar la ropa, tiene un tamaño ideal para guardar sin grandes esfuerzos, cuando no la usas la pliegas… Es perfecta. Toda la ropa que no usemos de temporada la metemos allí. Lo ideal es tener toda la ropa en el armario, pero casi nadie tiene espacio en el armario para tener ropa de verano y de invierno, así que seamos realistas. Los zapatos también clasificados por categorías como la ropa. Hacemos limpia en joyas, que seguro que hay muchas que no nos ponemos nunca y ahí están ocupando espacio. Las colocamos en joyeros de metacrilato para verlas bien y las colocamos en el lugar donde nos arreglemos habitualmente. Sólo deberíamos tener un par de gorros, bufandas y guantes. Ella lo dijo muy claro: el ticket regalo está para usarlo. Ahora que yo he sido incapaz de quedarme sólo con dos de cada. La carne es débil.

Con los armarios organizados, le toca al Salón, parte de la casa que confieso que ni he tocado aún, y eso que también es muy importante porque es donde hacemos la vida del hogar normalmente. hay que planificar por espacios y prescindir de mesa de comedor, si ya hay una en la cocina, y de mesa de centro, foco de muchos accidentes tontos. Es importante contar con un rincón para juguetes y facilitarle al niño la tarea a la hora de recoger. En nuestras estanterías deben desaparecer los elementos superfluos como los adornos, los libros que ya no leemos e incluso el exceso de fotos. No vamos a querer más a una persona por tener millones de fotos suyas, Escogemos las mejores y el resto fuera. El apego a las cosas nos llevan al caos, aunque siempre podemos hacer una caja de recuerdos.

El Dormitorio principal, nuestro santuario de paz y relajación, no puede estar abarrotado de cosas. La ropa usada, si está limpia al armario y si está sucia a lavar. Hay que ser prácticos. Las mesillas de noche tiene que ser sencillas. Mejor si tienen pocos cajones, que hay que revisar cada mes. Poco a poco queda sólo lo útil.

El dormitorio del adolescente está como está porque el dormitorio del niño no estuvo como debería. Hay que negociar con ellos y  respetar lo que nos dicen. Es su espacio y tiene que organizarlo a su manera.

Para organizar el dormitorio del niño tendríamos que ponernos de rodillas. Todo tendría que estar a su mano. Tendría que tener una cama baja o el colchón tirado en el suelo. Los muebles modulares son un horror. Los armarios tendrían que estar hechos a su medida para que pueda manipular su contenido cómodamente. En este caso, menos es más.

Y por fin pasamos al despacho. Ese lugar en el que me comen los papeles y me puedo encontrar cosas tan variopintas como un botón o un limpiapipas. Ni que decir tiene que ni lo he tocado y miedo me da el día que me meta a organizarlo. Pero algún día empezaré y entonces tendré que revisar mucho. Depende de la importancia del papel se tira o se archiva. La correspondencia se tiene que gestionar en el momento. Lo mejor es pasarse a la factura electrónica para disminuir la cantidades de papeles que entran.

Otro tema candente son los altillos y trasteros. Para empezar la puerta tiene que abrir con lo que tenemos que hacernos con estructuras de almacenaje que no entorpezcan el paso. Alicia los denominó la antesala del punto limpio. Y tiene razón. La de trastos que acumulamos años y años para acabar tirándolos.

Para mí fue una jornada increíble en la que aprendí muchísimo. Ella tiene un plan para poner orden en tu vida (y en tu casa) en 21 días. A mí me está costando bastante más, pero lo importante es avanzar, aunque sea poco a poco. Con lo que he hecho ya me está cambiando la vida y me siento más relajada.




12 comentarios:

  1. ja, ja... te llamo y me ayudas...
    Gracias, un beso.

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    1. Hecho!! Aunque la experta es Alicia. Ella sí que ayuda con sus consejos. Yo sigo rellenando bolsas de basura. La de trastos que tengo acumulados de años y años!!! Ni me había dado cuenta!

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  2. Buenoooo! Te has puesto manos a la obra! Yo siempre estoy cavilando como dotar de orden a mi hogar, aunque con críos está jodidoooo! :)
    Muas!

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    1. Pero jodido del todo jajaja
      Pero al menos ahora encuentro más cosas que antes. Y la ropa la tengo toda a la vista y no me tengo que matar buscando justo la camiseta negra que me apetece ponerme ese día ;)

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  3. Genial entrada.
    Me he recordado al libro de "La magia del orden" yo gracias a él tengo las camisetas muy ordenadicas pero el resto aún estoy intentánolo. Confieso que el siguiente punto es la ropa interior.
    Otra cosa es que hemos comprado cajas de almacenamiento pero no sabemos cómo usarlas y están vacías, somos un desastre.
    Por cierto, todos los detalles de boda no son inútiles. Yo regalé una cajita tamaño "para el bolso" con papeles de jabón para poder lavarnos las manos donde sea. Super útil.
    Besos

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    1. Muchas gracias!! Es que fue un taller interesantísimo. Yo en las cajas de almacenamiento pongo la ropa fuera de temporada. Y en verano las mantas, edredones, colchas, etc... Me encanta el detalle que diste. Muy útil en verdad. Yo tengo muchos regalitos de boda en casa que no tiro porque me parecen muy útiles. Tengo un difusor pequeñito que lleno de agua en verano y me viene genial para refrescarme, un fular, una pulsera que se me rompió del megauso que le di...

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  4. Soy ordenada pero no tanto... Confieso que tiendo un poco al Diógenes con eso de acumular cosas con valor sentimental. No lo tengo todo por ahí tirado pero es que me cuesta mucho desprenderme de cosas que me traen recuerdos.
    Lo que sí debería hacer es desengañarme de una buena vez con la ropa en la que no voy a volver a entrar. Jajaja.

    Besotes!!!

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    1. Yo debía ser Diógenes reencarnada porque no te imaginas la de cosas que estoy tirando. Hasta un pantalón de la 36, por dios, dónde quedó esa cintura. Debía tenerla con 20 años o así y nunca volvió jajaja

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  5. ¡Así limpiaba mi Dácil, así limpiba mi Dácil, así limpiaba que yo la vida! Jajaja... Con el cambio de verano a "menos verano" porque aquí ni tenemos otoño ni invierno, siempre suelo "tirar" la ropa que no usamos... así que ese paso me lo ahorro. Iré a por los demás, miedo me da la cocina con la de cosas inútiles-cariñosas que tengo que llevo lustros sin usar... Como tire la yogurtera mi madre me deshereda jajaja, dejaré la caja para decirle: ¡¡ahí está!! Jajaja ¿No es un buen plan?

    Me ha encntado el post, es super práctico y tiene unos tips muy buenos ¡Un muackiles!

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    1. Jajaja pues si te quedas la caja que ocupa mucho espacio, ya quédate la yogurtera jajaja
      Yo tampoco he tirado todo lo que nos aconsejaban y aún así no veas que limpia. Tenía ropa de cuando tenía veinte años. Y menos jajaja. Me quedaba bien en una oreja. Imagínate ;)
      Me alegro mucho de que te gustara el post

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  6. Bufff, yo necesito orden para vivir, el desorden me agobia, me desconcentra... pero en casa tengo a 3 desordenados crónicos... y es un sinvivir!!! En verano suelo planificarme para ordenar toda la casa, sobre todo los armarios de los niños, para ver q ropa les sirve, q ropa ya no...y yo tengo q hacerlo sin q este mi marido, q sino, no hay manera de tirar nada!!!

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    1. Que envidia me das. Yo soy el desastre desordenado personalizado. Conviví de estudiante con una chica muy ordenada que era un cielo en la misma habitación. Nadie ne la residencia daba un duro por nosotras, pero nos hicimos tan amigas que duramos todo el año juntas. Las únicas de todas las que compartían. Era muy fácil. Yo no tocaba nada de su mesa, armario, cama y ella hacía lo mismo con mi mesa, cama armario. Cada una tenía su territorio y no veas que contraste. El último día, ella se dedicó a hacer fotos porque decía que su madre no le iba a creer que existiera una chica tan extremadamente desordenada jajaja

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