Este año hemos vuelto a convertirnos en arqueólogos del hielo. Es un juego muy divertido e ideal para el verano, sobre todo porque les deja muy fresquitos.
La única dificultad reside en meter los dichosos bichillos pinchudos que eligen cada uno en sus respectivos globos. Tengo que ser muy rápida para que una de las aristas no pinche el globo antes de llenarlo de agua.
Una vez lleno ya no hay peligro. Metemos el globo dentro del congelador y al día siguiente ya podemos sacar nuestras herramientas para picar el hielo y rescatar al dinosaurio de su congelada prisión.
En nuestro caso, el martillo maza que tenemos en la caja de herramientas, que es lo que más les mola. Para que no se carguen la bañera pongo una toalla grande doblada varias veces. Así se amortigua los martillazos que le arrean al hielo.
Se lo pasan bomba sacando al bicho de la bola de hielo, haciendo añicos los pedazos que quedan y derritiéndolos con agua caliente cuando se duchan al final.
Es un juego ideal para que se bañen sin protestar.
¡Qué buena idea!
ResponderEliminarSe lo pasan pipa dando martillazos jajaja
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