Onward

La nueva película de Pixar, Onward, me ha llegado directa al corazón. Y es que me ha tocado la fibra sensible con esa madre capaz de todo para salvar a sus hijos del lío en el que ellos solitos se van metiendo en el transcurso de la trama.

Ya sé, ya sé. Que el protagonista es el elfo adolescente que añora algo que nunca ha tenido y esa venda que él mismo se ha puesto en los ojos no le deja ver lo que realmente tiene y por lo que vale la pena luchar, pero es que me identifico mucho más con su madre. Qué le vamos a hacer.

Toda la película en sí es maravillosa, sobre todo la maraña de personajes que, aunque típicos, logran brillar por méritos propios en la pantalla, aunque sean la comparsa del protagonista que sale corriendo tras un fantasma como en la famosa rima XI de los poemas de Bécquer, que deja atrás los amores reales en busca de una fantasía, en este caso, su padre fallecido antes de que él naciera.

En su viaje hacia la mazmorra que hará que se cumpla su mayor deseo, lleno de aventuras y magia, le acompañará su siempre fiel aunque un poco loco hermano mayor, rolero y defensor de los tiempos antiguos en los que la magia corría por las venas del mundo y aún no había sido relegada al olvido por el progreso y los adelantos científicos que hacen la vida más fácil.

Poco a poco se van conociendo retazos de los sentimientos y motivaciones que mueven a cada personaje. Porque aquí los secundarios toman mucho protagonismo y hacen que les tomes cariño enseguida. Desde la estresada y épica Mantícora, hasta la mitad inferior del padre ausente, pasando por el padrastro preocupado y las hadas cañeras, todos molan y tienen su personalidad definida, aunque no sean las más originales del mundo.

Al elfo protagonista se le irán cayendo varias vendas de los ojos en un camino que le lleva al autodescubrimiento. Gracias a eso derribará los muros que hacían que permaneciera aislado de su realidad. Una metáfora de la adolescencia muy bien llevada.

Desde hoy mismo, día del estreno, te puedes sumergir en la magia épica de esta fantástica película y viajar desde una ciudad adormecida por la tecnología hasta una mazmorra épica que nos llevará a la gloria. Elige tu camino hacia el cine y recuerda que la opción más obvia no siempre es la más directa. Métete en el bosque tenebroso de cabeza.