Navegando por twitter me encontré con una actividad muy chula, un grupo de profesores habían creado un genial.ly que explica cómo hacer una gymkhana educativa superchula.
La había compartido Miguel Chumillas, uno de los creadores. Pues me venía genial para hacer una actividad durante la Semana Santa, con tantos días como íbamos a tener por delante.
Los peques no querían ni oír hablar de nada que tuviera que ver con estudiar. El tema de la educación en casa supone que si les pongo a repasar en vacaciones no vean la diferencia entre colegio y días libres.
Pero tampoco quería que perdieran la rutina que tan bien nos está viniendo estos días para no aburrirnos ni desesperarnos metidos en casa. Y a esto le sumamos que el padre tiene que trabajar y la mañana de estudio le viene genial para concentrarse.
Pensé en hacerles trabajar sólo de lunes a miércoles, que son laborables, pero cada vez que sacaba las tareas pendientes del cole salían corriendo como si yo fuera el demonio. En fin, lo entiendo.
Así que tuve que poner todo mi esfuerzo para que las acabaran. Esto nos trajo a todos muchas discusiones y tensión. Pero las tareas había que terminarlas.
Y eso que no les han mandado nada para las vacaciones, que son cosillas del curso que no habían terminado.
Había ido recolectando actividades de repaso de lo que habían dado, pero las archivé inmediatamente. No iba a funcionar.
Era hora de poner en marcha la gymkana educativa.
Gracias al Genial.ly de Chumillas y las fichas que había ido buscando en internet, las pruebas fueron muy fáciles de desarrollar. Hice muchísimas porque quería que durara toda la mañana y que cubrieran contenidos de todas las asignaturas de ambos niños.
A pesar de toda la ayuda, estuve un buen rato porque quería adaptarlo todo a sus gustos y conocimientos. Como algunas de las pruebas eran un poco difíciles para el pequeño, les dije que tenían que colaborar para resolver todas las pruebas.
Cuando tuve hechos los papelitos, me centré en la historia de la Gymkana. Es muy importante porque es lo que les motiva para hacer los ejercicios de buen grado. En este caso, estamos siendo invadidos por un monstruo enorme que se ha escondido por casa.
Necesitamos resolver las pruebas para que nos den balas para nuestras Nerfs (una por respuesta correcta) y cada vez que encontremos al monstruo escondidos hay que darle tres balazos para que salga huyendo (se lían a balazos contra la parte del monstruo que encuentran, un ojo o una boca, y al final me entregan tres de sus balas).
Ya sólo el hecho de atesorar cuantas más balas mejor les hacía resolver las pruebas de buena gana.
El fallo que cometí fue que puse demasiadas pruebas para tan poco monstruo, pero es que tuve que organizar la actividad deprisa y corriendo. Con las fieras en casa no es tan fácil desarrollar estas cosas.
Los papelitos con las pruebas y las partes de monstruo las escondí por el salón y mi habitación, primero por acotar el espacio y, segundo, porque ellos estaban en sus habitaciones, así que yo no podía esconder nada allí.
En cada escondite puse al menos dos pruebas para que ambos niños estuvieran entretenidos cada uno con una, a la vez que se ayudaban mutuamente.
Hubo pruebas que no lograron resolver, bien porque resultaron ser más difíciles que lo que pensaba, o por desidia, como ocurrió con la sopa de letras de palabras en inglés, de la que se cansaron a la tercera palabra encontrada. Como se quedaban sin la bala se enfurruñaban un poco, pero no discutían mucho porque preferían buscar el siguiente acertijo que les daría más munición.
A lo tonto, a lo tonto contestaron preguntas de lógica, mates, naturales, sociales, inglés, redacción (éstas las hicieron bastante mal y tampoco les di bala)... Y también hicieron mucha gimnasia, esas pruebas les encantaron. Cuando aparecía un trozo de monstruo se revolucionaban y comenzaban a disparar como locos. Eran sus momentos preferidos del juego.
Cuando acabaron todas las pruebas, como habían hecho muchas bien y se habían esforzado mucho, consiguieron armas mejores (pistolas de agua) y descubrieron que el monstruo entero (todos los pedazos que habíamos ido encontrando) se había escondido en la bañera.
Así que comenzó la guerra de verdad para acabar con él de una vez por todas. Fue épico, aun cuando descubrimos que una de las pistolas estaba rota y tuvimos que rebuscar por toda la casa más armas para expulsar agua. Al final, eso también formó parte de la aventura.
Y lo importante es que gracias a su investigación y conocimientos acabaron con la terrible criatura que se nos había colado en casa.
Os dejo un PDF dónde he dejado las pruebas que les hice, aunque la mayoría fueron escritas a mano para ahorrar tinta. Están hechas a la medida de mis peques, pero a lo mejor os sirve de guía.
Os recomiendo usar la guía que compartió Chumillas, que viene con enlaces para elegir diferentes pruebas. Si no os funciona el enlace, ya sabéis que podéis pedirme el documento escribiendo a dacilm@yahoo.es.
Sois unos expertos. Un beso
ResponderEliminarQue va! Muchas gracias. Muacs
EliminarEs un plan genial, la Gymkana en casa, educativa, de ejercicio, .... yo lo propuse tb hace unos días, original, educativo y divertido!!!
ResponderEliminarAsí no protestan tanto cuando les dices que toca repasar jajaja
EliminarOstras pues es una buena idea, igual lo miro
ResponderEliminarEspero que te sirva :D
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