jueves, 6 de mayo de 2021

Pasta con chocolate

 

"Mamá, se me ha ocurrido una receta chulísima", me soltó el mayor con ojitos brillantes, "¡Pasta con chocolate!", buf, mis neuronas rechinaron. Mira que la pasta admito todo, pero chocolaaate. No sé, esa idea no cabía en mi cerebro.

"¿Estás seguro hijo? A mí es que no me pega mucho", alegué.

"Que sí mami, que sí. Que junto tiene que estar buenísimo. Ya se lo he recomnendado a toda mi clase, pero quieren que lo pruebe yo primero", ainsss. Lo que no se haya por un hijo...

Con mucha reticencia me fui al supermercado a comprar los ingredientes. Tenía que ser pasta de tubo por si se colaba el chocolate por dentro y mágicamente se rellenaban. Y chocolate para fundir, of course. El ingrediente estrella.

Tardamos un poco en preparar el tema culinario porque yo estaba liada y lo que menos necesitaba era que me revolvieran y ensuciaran la cocina, pero por fin llegó el día y ahí estaba un exultante Daniel cacharros en mano.

Puso a hervir el agua, pero a la hora de echar la pasta se debió salpicar un poco y me pidió que siguiera yo con ello. Cocina es peligrosísisisisimo. Si ya se lo repito yo todos los días. Encuentras peligros tremebundos e cada acción. En fin que cocimos la pasta y la reservamos para aderezarla con el chocolate fundido después de cenar.

Eso sí que lo hizo el peque (ya no tan peque), que con el juego de hacer chocolate que le trajeron los reyes tiene la técnica dominada. Se lo echó a los macarrones hervidos y listo para degustar. Contó con un poco de ayuda del hermano que también quiso poner su granito de arena... y comerse alguna onza perdida en el proceso.

El padre y yo recomendamos añadir algún ingrediente más como plátano o nueces.... pero se negó en redondo. Era su receta y no necesitaba aditivos, así que ¡hala! Todo el mundo a disfrutarla.

No estaba mala. Sabía principalmente a chocolate. Pero algo en la textura no me convencía y así se lo hice saber. El pobre se desencantó un poco, pero es mejor ser sinceros a tener pasta con chocolate como postre un día sí y otro también. Lo bueno es que a él y a su hermano sí que les gustó. ¡Bravo!

Eso sí, le animé a seguir probando y haciendo experimentos culinarios, que aquí nos gustan mucho las sorpresas aunque a veces no sean del todo agradables. Nos podría haber flipado. Hasta que no se prueba no se sabe. Así que ya está dándole vueltas a la maquinaria para su siguiente creación.

Al día siguiente tocó pizza de frutas al horno y chocolate fundido. Eso me gustó más :)

4 comentarios:

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