Llegó el día y nos levantamos de madrugada para tomar el avión a Las Palmas. No tenía ninguna esperanza de que se durmieran durante el vuelo, la emoción les puede, y temblaba pensando en las perspectivas. Pero al final no se portaron tan mal como esperaba. Iván me la lió en algunos momentos clave como la cola para acceder al avión y el momento de esperara a que saliera la maleta por la cinta transportadora, pero no fue la locura que esperaba.
Pasamos el control sin problemas, aunque me tocó en suerte ser cacheada. Lo peques me esperaron muy entretenidos en trepar unas rejillas que habían por ahí. La vigilante me comentó que parecían unos niños muy movidos. ¡Si supiera ella!
Cuando íbamos a subir al avión casi me da algo al no encontrar las tarjetas de embarque. Menos mal que alguien las había encontrado en el baño y las había acercado a la puerta de embarque. De todas formas, la azafata me dijo que al tener la documentación tampoco nos hubieran puesto problemas.
Los chiquillos tomaron posiciones y se entretuvieron bastante mirando por la ventana. Pronto empezaron a removerse cual lagartijos y a hacerle la vida imposible a los sufridores pasajeros de los asientos de delante. Entre reganiñas, gritos y juguetes logré tenerlos más o menos controlados.
En medio de una bronca monumental por dar patadas al respaldo de alante se oyó una voz desde nuestras espaldas: "Danieeeeeel, portate bieeeeen". El chiquillo se quedó blanco. El pasajero de delante se volvió y le preguntó "¿Quien ha dicho eso, Daniel?". "¡El señor de atrás!" gritó el pequeño. Se ve que medio avión se sabía ya el nombre de mis trastos.
Al dirigirnos a las cintas para recoger el equipaje nos encontramos con el otro señor al que le hicimos el viaje imposible por haberse sentado delante nuestro. Les dijo unas cosas muy cariñosas a los chiquillos y Daniel acabó dándole un gran abrazo. desde luego, tuve muchísima suerte con los compañeros de viaje. Los normal en estos casos son caras largas y miradas de reproche.
Por fin en Las Palmas de Gran Canaria. Los niños estaban deseando llegar. En casa de la abuela fueron directos a la habitación de los juguetes y se lo pasaron muy bien con su primita que estaba esperándoles con ilusión.
Por la tarde, la abuelita les montó una piscinita en la terraza y les dio una gran sorpresa. Se lo pasaron bomba chapoteando.
Y después de tantas emociones... Tocó una noche de perros.
Tener compañeros de viaje comprensivos es todo un lujo en los tiempos que corren! Ahora a disfrutar!
ResponderEliminarDesde luego!! Tuve mucha suerte.
EliminarEstamos pasandolo genial y disfrutando mucho de la familia que tan poco vemos. Muchas gracias!!! :D
No sé si me equivoco pero por como cuentas la historia el viaje lo hiciste sola con los dos peques ¿verdad? A mi me entra un tic en el ojo solo de pensarlo, y este verano puede que tenga que viajar sola a la vuelta del pueblo si quiero disfrutar un poquito más de las vacaciones en lugar de quedarme en casa con mis fieras mientras que el papa trabaja tooooodo el día. Justo hoy he estado mirando trenes y vuelos y publicas este post. Pues me sirve de empujón para decidirme.... ¿¿¿Cuantas valerianas tomaste antes de salir de casa??' jijijj.
ResponderEliminarUn beso!
Síiii. Lo hice sola y por eso estaba más nerviosa que de costumbre. Valerianas ninguna, pero el café doble no lo perdoné porque con los nervios no pegué ojo jajaja
EliminarÁnimo con el viaje de regreso. Al final vale la pena pasar el trago para disfrutar de más días de vacaciones :D
Me alegro de que el post te haya ayudado en algo. Ojalá se porten muy bien, se te duerman un rato y pases un viaje genial
Jajajajajajajaja! Me meo con la frase final, jajajajaja!
ResponderEliminarNosotros también hemos tenido movida cada vez que hemos cogido un avión... qué suerte tener pasajeros comprensivos al lado! (me acuerdo de cuando yo era una no-mami y me acordaba de la estirpe de los niños torbellino, je...)
Disfrutad!
Muas!
Fue una noche de perros literal porque como los niños no podían dormir de los nervios, se los contagiaron a los dos perros de mi madre y hubo concierto de lloros y ladridos jajaja
EliminarYo también recuerdo mi época de no madre y las patadas de los churumbeles de los demás. Flipaba al ver que los padres ni les llamaban la atención ni les corregían y les dejaban a su aire grrrr
¡Vaya suerte! Yo voy todos los años a Canarias y nunca me ha tocado ser cacheada,jaja.
ResponderEliminarBueno , yo entiendo que tanto en los aviones como en los cines si te toca unos niños que te están dando patadas por detrás , es agotador y desquiciante , hay que entender también a la otra parte que ha pagado por su asiento . Solo cuando te ha tocado estar en las dos partes sabes . Pero la diferencia es que tú les educas y le explicas que está mal , ¿A ellos les gustaría que le dieran patadas por detrás?,No creo. pero hay otros padres que dejan a los hijos hacer y deshacer a su gusto y hay que respetar unas normas de convivencia.
¡Cómo se lo pasan Daniel e Iván!
Me ha hecho gracias porque esa fue una de las frases que les dije "¿Te gustaría que te dieran patadas a ti?", pero me temo que son poco empáticos. Sight!
EliminarYo entiendo a los sufridos pasajeros que viajan con niños pequeños detrás porque yo he sido una y lo que más rabia me daba era cuando los padres les dejaban hacer a su aire aunque la estuvieran liando parda. Flaco favor les hacen a sus hijos.
Estos dos bichillos se lo pasan bien siempre jajaja Les lleves donde les lleves. Es uan gustazo :D
Bueno, pues nada, a disfrutar unos días de tu tierra y de la familia, seguro que entre unos y otros también te permiten relajarte un poco y desconectar algún rato de tus peques q merecido lo tienes!!
ResponderEliminarAhora mismo es imposible desconectar porque Iván sigue muy pegado a mi falda, pero mi madre y mi hermana hacen lo que pueden para ayudarme con ellos. ¡Y eso que mis fieras no lo ponen nada fácil! :S
EliminarDisfrutar de las vacaciones, sobretodo tú, te lo mereces, y con la familia seguro que te da un descanso y puedes relajarte un poquito y coger fuerzas para el resto del año.
ResponderEliminarBesines
Muchas gracias!!! Sobre todo estoy disfrutan de ver a la familia. Al tenerla tan lejos se la hecha mucho de menos.
EliminarMuchos besos!!
Es complicado viajar con niños tan pequeños pero la recompensa es grande verdad? Disfrutarlo mucho!!
ResponderEliminarBesos
Síiii. Vale la pena. Pasas un rato un poco agobiante pero pasa enseguida :D
EliminarMuchas gracias!!
Que bien que los compañeros de viaje sean comprensivos porque la verdad viajar sola con niños tiene que ser complicado.
ResponderEliminarDisfrutar de las canarias
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBastante complicado cuando son de naturaleza asalvajada como los míos jajaja
ResponderEliminarMuchas gracias!!