Una tarde, tía Silvia vino a buscarnos después del trabajo y nos propuso un plan muy atractivo: Piscina y parque con supercastillo molón. Los niños se apuntaron enseguida y la madre se dedicó a preparar el mochilón con todo lo necesario.
Primera escala: piscina de la tía. Casi no podían esperara a que les hinchara los manguitos para chapotear a gusto. Entre que la piscina no es muy grande y que tiene unas escaleras muy útiles para niños que no saben nadar pude dejarles evolucionar por el agua a ellos solitos. La disfrutaron a tope. Yo me di un bañito porque estaban deseando pegarse a mí como lapas y no paraban de pedirme que me diera el chapuzón de una vez. Les encanta jugar con mamá y papá.
Cuando empezaron a liarla, decidí que era el momento de ir al parque. Mi hermana les había comprado cruasanes de chocolate para merendar. Daniel los llevaba de una manera muy entusiasta que dio como resultado un agujero en la bolsa y un desparramamiento de cruasanes. Como yo soy muy poco asquerosita y bastante práctica, les dije que los soplaran un poco y para dentro. Que lo que no mata engorda.
Una vez en el parque, descubrimos que habían montado unas camas elásticas a las que enseguida quisieron subirse. Les dimos el gusto y se pusieron a saltar de una a otra como locos. Cuando no había nadie era estupendo, pero empezaron a subirse niños y los míos no hacían más que invadir terreno, así que, aunque no se les había acabado aún el tiempo, les hice bajar para enfilar a los columpios antes de que tuviéramos un accidente. Al llegar al supercastillo molón nos encontramos con que estaba cerrado por obras para gran desilusión de los peques. Sobre todo de Iván, al que le costó recuperarse bastante mimos. Se tuvieron que conformar con otros columpios más pequeños.
De todas formas se nos hacía tarde y ya iba tocando tocar la retirada e ir a casa a cenar y dormir. nos costó convencerlos porque son incombustibles, pero no les quedó otra que ceder.
Me encantan las camas elásticas, no tengo remedio, estoy deseando que Vikingo crezca para tener la excusa de entrar con él, jajaja
ResponderEliminarAquí sólo dejaban entrar a los niños joooo
EliminarPero tengo una amiga que se compró una en Lidl muy barata, segura y chulísima para su hijo y creo que la usan más los padres que le churumbel jajaja
...¿Otra vez se borró mi comentario?
ResponderEliminarAla q corajeeee....
en resumen:
te decía q vaya jacuzzi y vaya casa tan chula pudo buscar la abuela.
Lo de la pelota de petanca... es q no dejan de ser chiquillos, no hay más vuelta de hoja.
Lo siento por lo del castillo porq seguro q lo hubieran pasado en grande, pero las colchonetas molan, y mucho.
vaya sitio idílico y vaya aún mejor compañía.
me alegro mucho.
besos
A mí me está pasando lo mismo... ¡Se borran mis comentarios!! Así que los escribo antes en un word y luego los copio y los pego y me aseguro jejejeje No podrás conmigo blogger.
EliminarEs verdad que los de la pelota de petanca son cosas de niños, pero es que cuanod ves que lo hace con toda su mala idea gruaaaarl!!!
Es un no parar con vosotros¡¡ Ese Iván y Daniel cómo se lo pasan de bien!!. Ya son peces , de tanta piscina.!!
ResponderEliminarEs que les encantan las piscina. A ver si me animo y los acerco a la playa, aunque yo sola con los dos me da un perezóooon....
EliminarMenudos planazos... Yo quiero ser niña otra vez. He dicho. :D
ResponderEliminarMuas!
Quien pudiera volver a se niña jajaja
Eliminarjolin que planazo!!! Seguro que por la noche se quedaron fritos en tocar la cama!
ResponderEliminarpor cierto con los croissants no se juega, a no ser que caigan en barro no se pueden desperdiciar!! jajjajaja
Totalmente de acuerdo con eso de los cruasans jajaja
EliminarY si que están durmiendo algo mejor :D
Muchas gracias!!
Que tarde tan divertida!!!!! y mira lo de los cruasanes como dice una amiga, lo que no mata engorda y en mi caso, seguro que engorda jajajja.
ResponderEliminarY en mi caso también jajaja
EliminarComo no pare de engordar no me dejan entrar en el avión ;)