Nosotros nos acomodamos en el escenario pequeño, igual que el año pasado. No sé que tiene que es una imán para mis chicos. Pensé que en esta ocasión, al menos Daniel se curraría su obra de arte, pero el peque no parecía tener el mínimo interés. Una rayajo por aquí, una estrellita cutre por allá, torbellino de colores y... ¡listo! En cinco minutos había acabado. "Cariño, tienes que dibujar algo del pueblo" le expliqué devolviéndole la cartulina por el otro lado. Puso cara de pensar y me anunció que iba a dibujar el pasaje secreto (una puerta, túnel que hay en un muro). "¡Perfecto!" pensé yo, pero a los dos minutos me devolvía un papel con dos rayajos, una mancha indeterminada y otra torbellinos de colores. "Es que es muy difícil" me aseguró poniendo cara de circunstancias. A pesar de todo decidió volver a intentarlo y me pidió otra cartulina, pero yo no estaba dispuesta a pedir otra para que me la devolviera de nuevo al estilo Picasso. Conclusión: Enfado gordo del niño.
Menos mal que se le pasó cuando vio a los primos. Se sentó al lado del mayor a admirar su dibujo lleno de personajes de un videojuego de zombis y ninjas, por lo que entendí. Por supuesto, le encantó. E hizo prometer a su primo que se lo regalaría.
Mientras tanto, el pequeño decidió dibujar los patos del río. Tampoco le quedó muy realista el tema. Nada más empezar se cansó, me pasó la cartulina y me soltó "Me ayudas, pofiiiiiiiii". ¿Quien le dice que no? Me dijo que le dibujara el pico. Vale. Los ojos, Bueeeeeno. Una flor. Ummmm está bien. Otro pato. eso sí que no. "Que lo tienes que hacer tuuuuuuu". Entonces, sin pensárselo dos veces, me dejó con el lápiz entre los dedos y se fue a jugar y saltar por el entablado. Lo dicho. Mínimo interés.
Aunque a la hora de entregar sus garabatos y recibir las chuches por participar no pusieron ningún reparo. ¡Vaya par de listos y vagos que tengo en casa! Como era de esperar no se clasificaron entre los ganadores. El de su primo, que estaba genial hecho, tampoco ganó, porque... ¡no tenía nada que ver con el tema "Covarrubias"! Estos niños son unos rebeldes y pasan de las reglas.
Bueno pero saben que al no respetar las reglas no hay premio y listo, tienen que aceptarlo.
ResponderEliminarOye y si Covarrubias está en Halloween? Seguro que hay zombies. Yo impugnaba la descalificación del primo jajaj
Lo cierto es que ellos eran felices con sus lápices de colores y sus chuches jajaja No necesitaron más premios
EliminarYo estoy contigo en que el sector de zombis y ninjas del pueblo debería manifestarse por haber sido ninguneados ;)
Jajajajajaja! Es que las reglas están para saltárselas... ;D
ResponderEliminarMuas!
Estos son expertos en ese deporte jajajaja
EliminarBueno , pero tienes a un Picasso en casa .... Y una novedad , un pintor de ni jas y zombis...jaja.
ResponderEliminarA mi picaso también se le dan bien los zombis y los monstruos, pero es que ese día no estaba inspirado jajaja
EliminarJajajajaja. Desde luego, vaya morro tienen... Éstos van para jefes. Que me haga otro el trabajo y recibo yo la recompensa. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarY tanto!!! Ellos ons los jefes y yo la currita jajaja
EliminarNo todos los dias se puede estar inspirado para crear y tus niños tendria uno dr esos dias...jaja. los escenarios como iman atrae niños es un fenomeno inevitable e incompresible a la vez. Pero todos van a ellos como moscas. Pues ser para sentirse tan grandes como los papis..un beso
ResponderEliminarNo tendrían ganas de dibujar. ¡Qué se la va a hacer! Con lo que me gustaba a mí pintar. Hay uno para adultos, pero es demasiado profesional para presentarme jajaja
EliminarY lo de los escenarios y los niños debe ser una ley del universo porque no falla ;)