Fiesta de cumpleaños de mamá y la abuela

El domingo celebramos el cumpleaños mi suegra y yo juntas porque por poco coincidimos en día, así que no se nos ocurre mejor idea que juntarlos.

De la tarta nos ocupamos nosotros y ella de todo lo demás. Nos invitó a una comida riquísima.

Iván tuvo un día tontísimo y se cogió la rabieta más gorda que le he conocido. De nada sirvieron mimos, razonamientos, cariños, regañinas, amenazas, ignorarlo... El seguía llorando y gritando, desnudándose, pegando... Estuvo un buen rato pegándome sin parar. No me hacía daño, pero mi paciencia se estaba quedando a cero con la rapidez del rayo. ¡A ver que le había hecho yo! A lo mejor sí que le había hecho algo porque el caso es que el peque no soltaba prenda.

Nos quedamos todos alucinados con su actitud y cabezonería. Menos mal que tras un buen rato de estar haciéndole caso omiso y disfrutando del banquete, se presentó en el salón como dios le trajo al mundo y nos entró a todos los risa, él incluido.

A partir de ahí le mejoró el humor.

Daniel, por su parte, se presentó voluntario para envolver mis regalos con su abuela. Ni que decir tiene que me los chivó todos en cuanto salió del cuarto. no pudo aguantar ni un segundo. Luego me contó mi suegra que mi chico mayor seguía empecinado en buscarme un buen regalo sin soltar un duro, así que la convenció para que le diera unos pendientes que se acaba de comprar ella para dármelos a mí. Enseguida me ofrecía a devolvérselos, pero ella me aseguró riendo que me los podía quedar porque le había encantado el salero y buena voluntad del chiquillo.

Así que me quedé con los pendientes, además que con el libro de Amaya Ascunce, Como no ser una drama mamá, y el set de Scrapt bokking que me tenia preparado. No me puedo quejar. Entre eso, el libro de Mandalas que me regaló Raúl  y el dinero que me dieron otras queridas personas ya tengo tarea para rato. Irme de compras, hacer mi propio album de Scrapt booking, leer a Amaya y relajarme coloreando complicadísimos mandalas, mientras me tomo una taza de café hecho en la nueva cafetera que me regaló mi maridín gracias a una sugerencia de Daniel, que se había dado cuenta que la mía estaba en estado ruinoso. Si es que mi niño es un amor.

Sólo me faltó mi familia canaria para que fuera un cumpleaños perfecto.