lunes, 7 de agosto de 2017

Mucha imaginación en el río Arlanza

El río que pasa por Covarrubias debe tener algo de magia que trae su corriente porque a mis churumbeles siempre se les activa al máximo su imaginación en cuanto lo pisan. Pueden convertirse en grandes guerreros acuáticos, fieros orcos, intrépidos caza cangrejos, jardineros de los árboles semilla de piedra, e incluso disfrutar de su propio spa.

En esta ocasión, Daniel se juntó con un grupo de niñas para ser su cliente en el spa que acababan de construir a base de muros de piedras y saltos de agua. El chiquillo acabó renovado, aunque me confesó que el miedo a que un cangrejo viniera de repente y le pellizcara a traición no le dejaba relajarse al cien por cien. Yo también estaría intranquila con semejante peligro en las piscinas de corrientes.

Cuando acabó con su tratamiento se vino un rato a hacerme compañía a la toalla. Alí me explicó que existen unas plantas que nacen las piedras si uno sabe cómo cuidarlas. Me pidió un cubo para regar su piedra, pero ese día no habíamos llevado ninguno así que se buscó la vida. Encontró un junco semihueco ideal para usarlo de recipiente.

Al rato clavó un palo al lado de la piedra y me anunció muy feliz que ya comenzaba a crecer su planta semilla de piedra. Un rato después la planta ya tenía una hoja, luego dos... y finalmente murió de un empujón. "Es que viven muy poco", me explicó el primogénito mientras corría de nuevo hacia el agua para sumarse a los juegos de su padre y su hermano.

Nunca dejarán de sorprenderme con su universo interior.



1 comentario:

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