Este finde no, el anterior, abrieron las puertas del Parque de la Warner y a mi marido le hicieron los ojos chiribitas. Enseguida propuso el plan en casa y, claro, los niños se apuntaron encantados. Pero yo no las tenía todas conmigo. La única vez que fui a la Warner fue cuando lo inauguraron y las colas que me encontré, unidas a un calor veraniego insoportable, me hicieron desear no volver. Además, recordaba que quitando las cinco montañas rusas principales, el resto de las atracciones no me habían parecido gran cosa. ¡Y ya no estoy como para sufrir en montañas rusas!
Pero eso fue antes y esto es ahora. Así que di un voto de confianza al plan y allí que nos plantamos en un maravilloso día primaveral. Había bastante gente, pero nada que ver con las multitudes de la temporada alta. Los niños estaban impacientes por montarse en todas las atracciones que pudieran.
Comenzamos por la casa de Scooby Doo, en la que nos montábamos en un vehículo y había que ir disparando fantasmas por toda la casa. Si les dabas pasaban cosas. Ya sabemos que lo de disparar les encanta a estos dos, así que salieron la mar de felices de allí. Listos para chillar como locos en el Río Bravo, la atracción que más les gustó, a pesar de que acabamos empapados. Como la temperatura era más que agradable nos arriesgamos a pillar un resfriado en pro de la diversión, pero sólo una vez por mucho que suplicaron para repetir la experiencia. Afortunadamente no hubo nada que lamentar y nos secamos en un pis pas incluso antes de que nos adentráramos en Gotham City.
La atravesamos para visitar el hotel encantado, que encierra una terrorífica historia de la que no nos enteramos de nada porque todo el mundo estaba gritando, pero lo pasamos bien, que es el tema. Después de tantas emociones fuertes nos pareció buena idea pasear por el parque y disfrutar de la ambientación tranquilamente. Acabamos viajando en coche antiguo por divertidos escenarios de cine, pero a mis chicos les pareció demasiado tranquilo y enseguida exigieron algo más emocionante.
Así que nos montamos en las sillas volantes, una atracción que les emociona y da miedo a partes iguales y a mí me parece de lo más relajante.
De ahí les llevamos a ver el espectáculo de Batman, pero había tanta gente que era imposible verlos sin dislocarse el cuello. Ellos treparon como monos por una reja, pero yo me quedé sepultada por la multitud, así que sólo vi pequeños flashes. A ellos les encantó y pidieron más. Pero hasta un rato después no comenzaba el de Loca Academia de Policía, así que seguimos en busca de atracciones chulas en las que montarnos.
Enseguida visualizaron lo que, a partir de ahora, llamaremos las ollas del infierno. Al principio dábamos vueltas al volante con alegría jajaja jijiji, pero luego el padre y una menda nos empezamos a marear cosa mala y el progenitor clavó las manos en el volante y ya no hubo manera de convencerle para dar vueltas y más vueltas a pesar de las enérgicas protestas infantiles.
De ahí, los adultos nos bajamos malísimos, yo diría que verdes. Entonces se les puso en la punta de la nariz que teníamos que subirnos a un avión batidora que nos dejó a los mayores aún peor, pero a ellos dando saltos de alegría. Entonces nos pusieron ojitos para subirse en una montaña rusa que no era de las más destroyer. El padre se rindió, pero yo soy una blanda y acabé subida en el vagón con los ojos cerrados y agarrándome a la barra como si me fuera la vida en ello.
A partir de ahí me negué a subirme en nada más. Dimos una vuelta más por todo el parque. nos hicimos una foto con su adorado Scooby y nos adentramos en una anfiteatro plagado de gente para medio ver el espectáculo de especialistas de Loca Academia de Policía. Estuvo muy bien, pero como no teníamos mucha visibilidad no lo disfrutamos a tope. Los niños aseguraron que les había gustado más el de Batman, pero yo creo que fue porque desde la reja lo veían mejor.
Y de ahí a casa. Yo, personalmente, estaba deseando derrumbarme en la cama, aunque aún hubo que hacer cenas y baños antes de poder cumplir mi deseo.
Nosotros hace tiempo que decimos de ir pero al final ...
ResponderEliminarPues ahora es el momento que en verano se peta y es un infierno. O por lo menos para mí que me agobian las multitudes jajaja
EliminarVaya día!!! q mareo!! (no soy muy de atracciones...
ResponderEliminarAhora el parque tiene muy buena pinta, veo fotos de la gente q va y la verdad es q esta al detalle
Bonita foto familiar con SCooby :D
Teniendo en cuenta que es un parque incluido en el famosos bonoparques aunque sea a pasear y ver la ambientación ya merece la pena. Si tienes que pagar la entrada completa, ya no
Eliminarjolin !! que chulo!!! Jaume no hay manera dice qu eeso no le gusta... estoy por ir con los hijos de mis amigas jajajaja
ResponderEliminarQue suerte!!! Que afortunada!!
EliminarA mí los parques de atracciones me encantaban de jovencilla, pero ahora no los aguanto, me hago mayor jajajaja