Yo soy de entrar y salir, como quien dice. Y por eso, tengo dos depredadores; si viene Daniel, tres; muy atentos para darme caza si detectan que meto un pie dentro del agua.
Me agarran y cubren las salidas para que me quede un rato más, así que muchas veces me toca jugar un rato antes de poder encontrar una fisura y escapar jeeeejejejejeje
Protestan, pero enseguida vuelven a lo suyo hasta que me aburro de verles, leer o mirar twitter y les digo que salgan para secarse. Entonces arrecian más protestas. Incluso del padre que también debe tener ascendencia de profundos, porque ¡madre mía lo que le gusta el agua!
Y yo puede que no me meta mucho en el agua, pero tumbarme en la toalla cerca de la piscina y a la sombra me relaja muchísimo. Será por el fresquito, o por verles jugar en el agua o vete tú a saber.
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