lunes, 5 de mayo de 2014

Más que un corte de pelo, una tortura

Hay que ver cómo se pone Iván cuando toca corte de pelo, o corte de lo que sea, porque las tijeras cerca de las uñas también las lleva fatal.

Se te encoge el alma viéndolo llorar, gritar de pánico y sufrir como un condenado. Yo no lo puedo resistir y acabo llorando con él. Le beso, le abrazo intento calmarlo a la vez que apuro a Raúl para que se dé prisa... Y el peque sigue berreando como un loco.

Esta vez, me miró directamente a los ojos y me soltó un desgarrado "Ayúdame mamá". Casi me muero al instante. Me sentí el peor ser humano del mundo. Mi marido no entiende que lo pase tan mal. "Te está haciendo chantaje emocional y tu caes como una pimpina" me dice, pero es que yo le veo sufrir de verdad al pobre, y no puedo con ello. Tras el corte de pelo, que nunca es perfecto por razones obvias, acabamos abrazados los dos como si se acabara el mundo, rodeados de pelos y picándonos todo el cuerpo.

Metí al pequeño en la bañera, bastante más calmado y comenzamos con el mayor, que, como ya tiene casi cinco años, se portó de maravilla. Me pidió, por no ser menos que su hermano, que le contara cuentos de zombis mientras su padre hacía las labores de peluquero. Supongo que para que le prestara toda mi atención. Y allí estuve, arrasando pueblos enteros con muertos vivientes sedientos de cerebros, para jolgorio de los dos peques. Ojalá tuvieran unos gustos más normales.

De vez en cuando, el pequeño me interrumpía con un "¿Toy guapo, mami?". "¡Estas guapísimo!" le contestaba yo vehementemente y proseguía con el relato.

Daniel se miró de repente al espejo y empezó a reirse a carcajadas. "Mirad, mirad ¡me he quedado calvo!" ¡Que cosas tiene! Con lo preciosísimos que están los dos con la cara despejada. El mayor se llevó un montón de medallas al cuello por haberse portado tan bien.

Al día siguiente, los dos se miraban al espejo y comentaban continuamente lo guapos que estaban con el pelo corto. "Yo más" decía uno "No, yo más" le contestaba el otro. Porque, últimamente, convierten todo en una competición que, inevitablemente, desemboca en riña. Así que estoy trabajando el concepto de "No todo tiene que ser una carrera" con muy poco éxito por ahora.

Cuando llegó la hora del baño y estaba desvistiendo al más pequeño de la casa, se puso firme y me dijo "¡No cotad el pelo a Iván!" "Noooooo", le aseguré "No volveremos a pasar por el mismo infierno hasta, por lo menos, dentro de seis meses".

22 comentarios:

  1. Están preciosos! Desde luego ha merecido la pena el mal rato... Pobres! Con mi peque también es un número cada vez que toca corte de pelo ;)
    Feliz día!

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    1. Que mal lo pasan ellos y cómo sufrimos nosotras!! Y todo por un corte de pelo. Es que se dice y no se cree :(

      Muchas gracias por lo piropos :D

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  2. ¿Le has llevado alguna vez a la peluquería? nosotros pasábamos lo mismo con el niño cada vez q tocaba corte de pelo, se lo hacía mi padre y el pobre pasaba un sofocón peor q el niño.
    En la peluquería ni llorar, ni nada...y ahora he aprendido yo con la maquinita esta q es casi mágica y como se lo hace mamá...pues ni llora ni nada :-)

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    1. Cada vez que pasamos por delante de una los dos se comportan como si fuera la casa del diablo :S
      Aún no he logrado convencerles para que pisen una.
      Nosotros también tenemos la maquinita, pero da igual que lo haga mamá que papá, el ataque de pánico es el mismo. Casi es mejor que mami le abrace y bese mientras papá le corte el pelo.

      Espero que se le pase pronto esta fase. Daniel lloraba mucho también, pero ya se lo toma mucho mejor.

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  3. Uff que mal se pasa!! al mio también le ha tocado este finde, de verdad que casi nos ponemos a llorar mi marido y yo, es que lo tenemos que immobilizar completamente!! llegó al punto que estaba tan exhausto que no tenía fuerzas para luchar, que penita por dios :( de tanto esfuerzo que hizo acabó con los mofletes lleno de puntitos de sangre saltada, como capilares rotos, pero es que no hay manera de tranquilizarlo, y mira que alargo el cortarle el pelo, que luego es peor porque al tenerlo más largo tardamos más.
    Sonia.

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    1. Pobres!!! Los dos: él y tú. Que angustia. Verlos así es terrible. Cada vez que le corto el pelo pienso "Nunca más, que lleve melena y se ase en verano si quiere", pero cuando veo que el pelo le llega a los ojos y casi a la espalda veo la necesidad de cortárselo para que esté más cómodo.

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  4. Parece que todos pasan por esa fase . Pero no sufras por ello porque sabes que en realidad al niño no le pasa nada ni le están haciendo daño .
    ¿Chantaje emocional? Quizás sí , ó no . Por lo que sea a él se le ha metido en la cabeza que el corte de pelo es fatal y reacciona así . Los padres tenemos que ser muy fuertes y dejar en esos momentos la pena que nos da para darle una enseñanza , que a los miedos de les vence enfrentandolos , sería bueno que sí fueras tú a la peluquería a cortarte tú ,te acompañarán para que vieran la normalidad del trámite .
    A mí por suerte no me tocó así , el mayor lloró la primera vez , pero yo le decía : mira que eres el mayor niño de la peluquería y tienes que darle ejemplo a los peques que te están mirando y la verdad es que surtió efecto , no me lloró más , y el pequeño nada . Pero con el pequeño he tenido que padecer otra cosa "peor" pues desde bebé ha tenido que hacerse análisis de sangre cada 3-6 meses , y eso sí que es un pinchazo ,y la verdad lloró cuando era bebé , cuando creció ,alrededor de los 5 años ya tomó conciencia de porqué y para qué es y va como todo un hombrecito , pone su bracito y nada , las enfermeras le felicitan y él tan contento , suele consolar a los más pequeños que están en el hospital para que no lloren les dice que cuenten que verán que corto es y que cada vez , serán menos números . Es bueno que los niños vean a otros y comprendan que por lo que se quejaban no tiene comparación o no hay verdaderos motivos.
    Suerte , a ver si pasa pronto .

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    1. Al principio intento quitar hierro al asunto, sonreirle, hablarle con calma, pero es que se pone en una estado tal que no puedo contener las lágrimas y acabamos abrazados llorando los dos.

      El pobre también ha pasado por lo de los pinchazos. Hasta los dos años tuvieron que pincharle una vacuna contra resfriados cada mes, durante los seis meses de invierno. Siempre se ponía a llorar y a gritar como un loco. Y a día de hoy no le gusta un pelo entrar en una consulta médica y siempre atraviesa la puerta diciendo "Mami, Daniel sí, Iván, no"
      Tu niño es increíblemente valiente.

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    2. Igual , entonces , aún son muy pequeños ,ya pasará , porque todo pasa de verdad , más tarde o más temprano.
      Si lo que has hecho hasta ahora no te ha servido ,intenta cambiar de estrategia para ver sí te funciona, porque cuando los niños se acostumbran a que reaccionas de una misma manera ,ellos (expertos que son ) ya saben que teclas tocar , entonces se asombran si ya la cosa no es como ellos están acostumbrados. Intenta no llorar , tú más que nadie debes mantener la calma. Me acuerdo que un día que lloraba las enfermeras le dijeron : bueno , si tú gritas ,mamá se tiene que ir , y si estás tranquilo pues mamá se queda , y eso significó un cambio para él , al que reaccionó bien .

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    3. Muchas gracias por tus consejos. Intentaré llevarlos a la práctica en el próximo corte de pelo. Aunque no puedo prometer nada porque soy muy blanda en ese aspecto y me conozco. Siempre empiezo segura de mi misma, hablando a Iván con seguridad y dulzura... Pero termino histérica perdida :(

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  5. Ay !! Q lástima !!!
    Los padres no lo entienden, ni nos comprenden... pero nosotras no vemos chantaje ahí, vemos miedo irracional... y nos sentimos fatal.

    Espero q pasen leeeento esos 6 meses hasta la próxima cita.

    besos

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    1. Síii, es que es miedo irracional. Cómo va a ser chantaje con esa expresión de terror que se les pone. Hasta pesadillas tengo los días siguientes.

      Muchas gracias por comprenderme.

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  6. Qué guapos han quedado!!! No te dejes engatusar, que yo estoy con tu marido en que los niños son unos maestros del chantaje emocional. Jajaja. Besotes!!!

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    1. Le va a encantar saber que alguien se puso de su parte ;)

      Muchos besos!!!

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  7. Lo de llorar cortándose el pelo, las uñas o en la consulta de pediatra dicen que va casi unido. Sobretodo el pelo y el pediatra porque las uñas nos las apañamos para cortarlas cuando duerme, que eso sí, los malabares no nos lo quita nadie, ufff...estos peques!! yo no creo que sea chantaje es que para ellos es un miedo irracional que sienten y no pueden evitarlo.
    Mi peque dejó de llorar en el pediatra y también en la peluquería al mismo tiempo, eso sí las uñas son asunto de otro costal, je

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    1. Yo también creo que es un miedo irracional propio de la edad. No creo que leguen a comprender que hay partes del cuerpo que se pueden (y deben) cortar para que vuelvan a crecer más sanas. Yo intento explicarlos con la poda de los árboles, al mayor le sirvió en su momento, pero, cada niño es un mundo, y el pequeño me mira como si hablara en chino :S

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  8. Pobre... Y si le cortaís primero a Daniel para que el peque vea que no pasa nada? jajaja
    Besos

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    1. Eso también lo hemos hecho pero se pone mucho más nervioso pensando que luego le va a tocar a él :(

      Muchas gracias por la idea.

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  9. Estan guapísimos!!! pero que suplicio Ivan y vaya gustos con los cuentos jajaja
    Besos

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    1. La verdad es que a estos niños donde hayan piratas, zombis y monstruos que se quiten todos los animalitos simpáticos, príncipes y genios de la lámpara. Sight!

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  10. ¡Vaya cambio radical! Los míos se dejan encantados, aunque como sin tan inquietos no es posible tampoco cortárselo bien... Pobre, tener pánico a algo tan simple e inocuo... ¡Quién les entendiera! Te entiendo que te cueste verle sufrir...

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    1. ¡Quien les entendiera! Tu lo has dicho. Ojalá hubiera una forma de calmar su miedo. Que suerte que tus peques se dejen cortar el pelo sin agobios, aunque se muevan. Me temo que eso en niños es lo normal jajaja

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