El caso es que el papá me contó luego todos los detalles. Se trataba de la presentación de un libro de rol, Pequeños detectives de monstruos, hecho por diseñadores de gráficos. Se nota porque la presentación está muy cuidada y es una verdadera preciosidad. Lo edita nosolorol.
Primero le pregunté al primogénito para obtener su visión infantil, con muy pocas esperanzas de que soltara prenda, pero, para mi sorpresa, empezó a contarme muy entusiasmado cómo había encontrado una red y unos patitos de goma, ¡pistas para dar con el monstruo que estaba robando los patitos! En su versión encontró todas las pistas él y le dieron cuatro estrellas por cazar al monstruo y encerrarlo en la cárcel. Me mostró entusiasmado el contrato de detective de monstruos con sus cuatro estrellas y los dibujos que el mismo hizo de la red, los patitos, las huellas... ¡Además le habían dado una medalla por trabajo en equipo! Supongo que en ese momento se creía el mejor detective de monstruos del mundo.
El padre me confirmó que el niño había monopolizado un poco las búsquedas, seguramente porque, comparado con el resto de los niños, él ya tenía bastante experiencia jugando al rol. Con decir que le encanta ojear los libros de rol del Señor de los Anillos con su padre... ¡disfruta escuchando las historias de aventuras de su progenitor! De tal palo...
También me contó que los chicos de la editorial habían montado un taller de dibujo de monstruos en el que el peque se lo pasó pipa.
A Raúl, personalmente, le pareció que el juego no presentaban retos reales a los chiquillos, pero creo que el máster debió de desarrollar una versión bastante simplificada del juego, teniendo en cuenta que en la mesa de Daniel, mi niño debía ser el mayor de los congregados (el juego es para niños a partir de tres años), y que el número de jugadores era bastante alto. Me baso para hacer estas suposiciones en que, cuando le pregunté a Raúl por los puntos de miedo de los monstruos, me dijo que no se había dicho nada de eso en la partida. Supongo que en una partida real la historia se hubiera alargado demasiado si se hubieran seguido las reglas a rajatabla. Pero son sólo suposiciones mías, que ni siquiera estuve allí.
Iván mimando a piedrecita |
Lo único que puedo confirmar, porque soy testigo de ello, es que mi chico mayor todavía me cuenta cómo atrapó al monstruo de los patitos de goma en una emocionante aventura de detectives.
Qué bueno, es la primera vez que veo una actividad de juego de rol para peques! Estas experiencias hay que aprovecharlas!
ResponderEliminarGracias por pasarte por mi blog, feliz día.
Besos
Qué bueno!!! No sabía que había juegos de rol para niños pequeños pero me parece una idea fantástica. Un besote!!!
ResponderEliminarYo soy una ignorante absoluta de los juegos de rol, nunca me han llamado la atención... pero veo que para los peques es muy estimulante! Se ve feliz tu niño, jejejeje...
ResponderEliminarMuas!
Muero de amor con el de la piedrecita... Por favor, ¡qué tierno!
ResponderEliminarQue divertido no!!! A mi me hubiera encantado. Bueno y linde la piedra me ha dejado fascinada , en la sencillez se encuentra el buen gusto. Jajaja
ResponderEliminarSí, es un plan diferente.
ResponderEliminarEs que Iván coge amor por las cosas enseguida jajaja Y le ves haciendo mimos a un palo, a un muñeco, a una herramienta jajaja