sábado, 18 de abril de 2015

El laberinto encantado

Una princesa guisante mostró un día en el twitter una foto que se me quedó grabada. Un niño dirigía una pelota de pin pon a base de soplidos por un laberinto de whasi tape. ¡Que juego tan divertido! Ese mismo fin de semana lo puse en práctica en el salón de mi casa. Saqué mi arsenal de celos de colores y me puse a marcar los límites. Mis hijos enseguida se prestaron voluntarios para participar y allí que se arrodillaron para pegar más y más líneas.

Cuando terminamos les expliqué que había que seguir el recorrido con una pelota. Cambié los soplidos por pataditas porque no tenía pelota de pin pon y las suyas iba a ser imposible moverlas con ese sistema. Les encantó el juego. Estuvieron un buen rato de aquí para allí con los balones con mejor o peor fortuna. Afortunadamente, cuando el balón se les escapaba lo perseguían entre risas y no se frustraban por haber perdido. Supongo que no se estaban tomando muy en serio lo de seguir el camino.

Al poco, el más pequeño de la familia se cansó del balón y corrió a la habitación de los juguetes. Yo supuse que sería para jugar a otra cosa, pero me sorprendí mucho al verlo regresar con un hacha en una mano y el dragón de peluche en le otra. Colocó al feroz monstruo en el centro del laberinto y comenzó una batalla mitológica. Por supuesto, el mayor quiso hacer lo mismo y se hizo con una espada para ayudar a su hermano. El problema es que Iván no se quiso dejar ayudar y se aferró al dragón al grito de "Lo tenía yoooooo". menos mal que mamá ya asomaba con la temible serpiente gigante en las manos.

Así cada uno tuvo su propio monstruo al que combatir.

6 comentarios:

  1. Me encanta esa capacidad que tienen para inventarse un juego sobre otro. Ole por la imaginación!!! Besotes.

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    1. Es que con un laberinto así lo tenían muy fácil jajaja
      Besos!!

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  2. Muy buen juego, incentivando la imaginación ,a la que no se le puede poner puertas,barreras ni fronteras.
    Los míos cuando eran pequeños era asombroso ver que les gustaba más los botes de medicinas que movían para hacer ruidos a modo de maracas que un juguete súper chulo .Hacían carreteras juntando todos los zapatos en filas ,en fin ,cualquier cosa vale. ¡Genial!

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    1. Totalmente de acuerdo. No se les puede poner límites, pero hay veces... El otro día salía Daniel de la cocina con un huevo en cada mano... y no te digo más. Afortunadamente volvieron a la nevera sanos y salvos, pero no nos libramos de las protestas del peque jajaja

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  3. Lo que puedes hacer es coger una hoja de papel y hacer una pelota con ello, unas pajitas y....carrera de pelotillas Jajajaja ademas asinse favorece la estimulación del sistema respiratorio.

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    1. Ehhhh! Que buena idea. Ya despegué el laberinto, pero la próxima vez que lo hagamos haremos las pelotillas :D
      Gracias!!

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