Al día siguiente los peques se levantaron con ganas de juerga. Tras el desayuno y las tareas dimos una vueltita por el pueblo. Aunque corta porque yo ya tenía el frío metido en el cuerpo y necesitaba volver al lado de a lumbre lo antes posible.
Fuimos al kiosco a que Daniel se gastara su euro porque el día anterior se le había caído un diente. Tras mucho pensar cayó la revista de clan, que era bastante más cara que el presupuesto con el que contaba, pero, en contrapartida, venía con regalos para todos: un guerrero en miniatura, una pistola lanza pompas de jabón y la revista en si. Lo bien que se lo pasaron con las pompas hasta que se nos acabó el jabón. Esa pistola es una metralleta de pompas. Lo que pudieron correr de un lado a otro estallándolas alegremente. Tras una visita a la frutería y a la panadería volvimos a casa por petición mía.
Poco después de comer llegó el señor de la caldera y nos dio la terrible noticia: se habían roto unas piezas que había que pedir a la fábrica. Las iba a pedir con urgencia, pero... ¡a ver cuando llegaban! Aún así, mis tres chicos no quisieron ni oír hablar de volverse a Madrid. Los pequeños debían pensar que era genial tener la chimenea encendida todo el día y encima no tener que bañarse.
Esa tarde también estaba dispuestos a recorrerse las calles del pueblo, pero lo arreglé abriéndoles la puerta del patio para que jugaran. Allí estuvieron simulando que eran detectives y buscando pistas para saber quien podría haberle "robado el dinero" a su abuela Paca. Era un crimen simulado, pero se lo estaban pasando increíble buscando pistas y pensando en sospechosos: ¿Sería el frutero, la kiosquera o la pastelera? ¿O sería... alguien de la casa? Al final la investigación no llegó a su fin por pelea monumental entre los detectives. Daniel quería cambiar de juego y montar un museo con las pistas, pero Iván quería seguir jugando a resolver el misterio. Solución: le conseguí sus propias pistas al más pequeño de la casa: Unos pendientes en forma de cupcake que tenían pinza y que se puso en los dedos, una moneda de céntimo que le desilusionó mucho cuando se enteró que no se podía comprar ni un caramelo con ella, un coletero que me hizo ponerle en el pelo para mirarse al espejo y mondarse con su propia imagen, unas pegatinas...
Cuando acabó el juego de Iván, salí a ver la colección museística del mayor, que me explicó con todo detalle en qué consistía cada pieza. Desde luego, imaginación no les falta. Al terminar su explicación me pidió una bolsa para guardarlo todo.
Mientras Daniel recogía sus cosas, Iván me pidió la pelota y empezamos a jugar los tres con ella a mil juegos inventados. A veces surgían los problemas porque ambos niños querían imponer sus reglas, pero en general lo pasamos muy bien. También hubo tiempo para otra poco de caza de pompas con la pistola que traía la revista.
bueno, veo que el frío no les impide pasárselo bien. Tengo que hacerme con una de esas pistolas de pompas, porque a los míos les encanta explotarlas, pero el padre y yo casi hiperventilamos cada vez que nos liamos a hacerlas :D
ResponderEliminarJajajaja es que son máquinas de explotar bombas. Esta pistolita es un invento, pero yo acabé con lesiones en el dedo de tanto disparar jajaja
Eliminarbueno, veo que el frío no les impide pasárselo bien. Tengo que hacerme con una de esas pistolas de pompas, porque a los míos les encanta explotarlas, pero el padre y yo casi hiperventilamos cada vez que nos liamos a hacerlas :D
ResponderEliminarVaya semana santa más accidentada, porque con el calor no se juega. Esperemos que lo arreglen pronto y podáis disfrutar. Además, creo que no dan lluvia, así que siempre podéis dar un paseo e ir a un bar, que ahí si tienen calefacción.
ResponderEliminarBesos
Ya hoy está arreglada yujuuuu. Justo ahora que voy yo para allá, que suerte. Aunque pagamos la broma: estamos todos con tos, mocos y dolor de garganta, pero eso no nos para jajaja
EliminarBesos!!
Que agustito junto a la chimenea, a mi no me sacabas de allí jajajaja disfrutad!!
ResponderEliminarTú eres como yo jajaja
EliminarPero al final las fierecillas tiran de ti y a la calle brrrrr