viernes, 1 de abril de 2016

Mami, no te oigo

Salíamos atrotinados del cole, como cada tarde, Daniel se me escapó en busca de un amigo e Iván salió corriendo a hacer el cabra por las escaleras. "Ivaaaaan", le llamé exasperada con tanto caos, "Bájate del muro. Danieeeel, ven aquí". La multitud se arremolinaba de aquí para allá y yo cargada como una burra e intentado localizar con la mirada a mis dos churumbeles.

Un berrido bastó para que Daniel volviera a mi lado, pero Iván seguía a lo suyo. "¡¡Ivaaaan!! ¡¡¡Ivaaaaan!!, ¡¡¡¡¡IVAAAAAN!!!!". Nada, como quien oye llover.

Por fin logré esquivar a la jauría de niños y padres para llegar hasta él sin perder de nuevo al mayor. "¡Iván! Te estoy llamando. ¿No me has oído?" , le espeté algo mosqueada. Sin perder la calma me contestó que no: "Mami, no te puedo oir porque tengo una piedrecita en el oído" ¡¡¡Quéeeeee!!! Me quedé blanca. "¡¿Cómo que una piedrecita en el oído?!" casi le grité. "Sí mamí, en este", me señaló tan pancho. Me asomé por la oreja y, efectivamente, ahí estaba la piedrecita. Afortunadamente no estaba muy dentro y pude sacarla con la uña y mucha paciencia. Con que hubiera estado un poquito más profunda ya no me hubiera atrevida y tendríamos que haber volado al centro de salud. Extremadamente cerca, por otro lado. Me daba miedo empujarla más y empeorar la situación, pero al estar tan salida, no me fue difícil extraerla.

Una vez alejado el peligro, empecé el interrogatorio y, sí, era justo lo que me imaginaba. ¡Se la había metido él! Así, sin mas. por que sí. ¡Buuuf! Que peligro. Le di una corta, pero intensa charla de los peligros de la perforación de tímpanos, muy adaptada a su edad: "Eso es peligrosísimo. te puedes quedar sordo y no podrás oír nada ¡de nada!". pero no creáis que se inmutó. Sólo conseguí un "Vaaaaale". No me dejó muy tranquila. Pero espero que no lo vuelva a hacer nunca más. Aunque sólo sea por no oírme echarle la charla.

12 comentarios:

  1. Vaya sustazoooooooooooooooooo.
    menos mal que sólo quedó en eso...
    Un abrazo!

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    1. Pues sí. Ya me veía corriendo al centro de salud.
      Lo curioso es que al peque parecía no preocuparle en absoluto tener la piedra en el oído Ainsss

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  2. Madre mia, estos niños...menos mal que no fue a mas. Los mios por ahora se han coponportado con meterse cosas por los orificios pero recuerdo mi hermano un par de veces se metió un botón en la nariz. Pobre mi abuela... Vaya sustos le daba. Un beso

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    1. Los míos, hasta ahora tampoco se habían metido nada por la nariz ni el oído, pero mira tu por donde.
      Yo recuerdo que me metí una aspirina por la nariz cuando era pequeña ainsss

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  3. Ay, por Dios, es tremendo... y guapísimo, prepárate para tener una cola de chicas en la puerta de tu casa ;-)

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    1. Todo lo guapo que le ves lo tiene de mal genio así que me temo que se las va a espantar el solito ainsss

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  4. Los niños tienen unas ocurrencias tremendas.
    Todo por investigar... menos mal que te lo contó. Muchos niños no hubiesen dicho nada por ahorrarse una bronca de su madre
    Me alegra que tuviese final feliz.
    Besos

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    1. Es que me lo contó como si estuviera hablando del tiempo y ni se inmutó en ningún momento. Aaay que poco te puedes fiar :_(

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  5. Hola. menudo susto con lo de la piera en el oído... menos mal que no fue más grave. Menuda trastada pero sin consecuencias graves.... seguimos en contacto

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    1. Eso es lo importante, que no hubo consecuencias graves. Lo malo es que creo que el peque no comprendió lo peligroso que es meterse cosas en el oído. Espero que no se repita :_(

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  6. Seguro que después de la charla que le metiste no lo vuelve a hacer. Desde luego, con tus niños no te aburres... Besotes!!!!

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    1. Eso espero, aunque creo que por u oído le entró y por el otro le salió buuuuf

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