Cuando desde Santa Teresa, una empresa de productos gourmet saludables, nos invitaron a un taller de cocina con niños, en De Olla y Sartén, en el que el ingrediente estrella era el huevo hilado me dieron una gran alegría, porque mis peques son dos chef en potencia que algún día me retirarán de la cocina (o eso es lo que me gustaría a mí jajaja). Les encanta trastear con la comida. Y si encima el ingrediente principal es dulce ya es la repanocha.
Los chiquillos acudieron emocionados al taller, aunque Iván estuvo advirtiéndome durante todo el camino que yo me tenía que quedar dónde él me viera. Se lo prometí y requeteprometí y aún así siguió erre que erre todo el camino. Últimamente la mamitis se le ha incrementado exponencialmente.
Por el camino se encontraron con Gololo y Toin y ya empezaron a revolucionarse. Iván no se separaba de mí, pero Daniel se juntó con su amigo Gololo y si te he visto no me acuerdo.
Al llegar casi se les salen los ojos de tanta cosa tentadora que les rodeaba: Salchichas, huevos duros, pan de molde... todo tipo de menaje e instrumentos de cocina...
De hecho, en un descuido maternal, se hicieron con los cuchillos y casi nos da un ataque, pero sin perder ni un ápice la calma, una de las cocineras maestras se acercó a ellos y les dio una clase magistral de cómo maneja los cuchillos un verdaderos chef para que no entrañe peligro para nadie. Pegados al cuerpo y con la punta mirando al suelo. "Y ahora los dejamos en su sitio porque, por ahora, no lo vamos a necesitar", terminó. Y los niños dejaron sus cuchillos en el recipiente sin una sola protesta. Alucinaba.
Pronto empezó la clase y todos los minicocineros tomaron posiciones. Mi mayor lejos de su madre, por si le fastidiaba la diversión, y mi pequeño encima de su madre, para que no se le ocurriera escaparse de su lado.
El primer plato era un gracioso cerdo hecho de jamón de york, aceitunas, huevo hilado y una hierba verde que no tengo ni idea de qué era. Fue muy divertido hacerlo y mucho mejor comerlo, porque estaba buenísimo. Luego, llegó el turno del caracol de salchicha, pan, salmón y huevo hilado.
Iván, se había dado por satisfecho con hacer el cerdo, que era lo que más le había llamado la atención del recetario que nos facilitaron al principio, así que tras engullir una salchicha se fue a vivir su vida. La sala estaba cerrada, así que no corría peligro de que se escapara, pero sí de que hiciera trastada tras trastada. Apagó las luces, lo tocó todo, se duchó con el agua... Hasta que no se le ocurrió jugar al escondite no dejó de liarla. Entonces, me tocaba a mí, entre colocar los cuernos al caracol y enrrollar el pan de molde, darme una vuelta para buscarle. Y se escondía bien el condenado. Cuando por fin daba con él corría a esconderse de nuevo entre carcajadas.
Cuando di el toque final a mi caracol, vino a verme el primogénito desconsolado porque no le salía el caracol. En cuanto vio el mío se le ocurrió un plan maestro: me dejó el suyo y se llevó el mío sin dudarlo un momento. No me importó mucho porque para mi estómago el sabor fue igual de delicioso como caracol de doble concha que como babosa caracolera. La mezcla de sabores me encantó.
Finalmente llegó el momento de hacer el pollito. En cuanto pusieron los huevos duros al alcance de mis niños comenzaron a devorarlos. Se llevaron una buena regañina por parte de su madre.
Me concentré en hacer mi pollo y controlar a Iván que volvía a hacer de las suyas y cuando le pregunté a Daniel por su pollo, me contestó que se había comido el huevo. ¡¿¿¿¿Otra vez???! "Y el mío también", aseguró Gololo muerto de la risa. Ay Diossss. Y adivinad cual fue su siguiente víctima. Pues sí. Mi pollo, que desapareció en su boca en medio segundo. Así que ese no pude probarlo.
Tanto peques como mayores nos los pasamos genial cocinando y probando nuevos sabores. Nos fuimos de allí con pena de que acabara el taller.
A la salida nos dieron unas bolsas llenas de deliciosos productos Gourmet de Santa Teresa: Salmorejo, gazpacho de arándanos, mayonesa de aceite de oliva, hummus, membrillo en dados... A los niños les dieron una bolsa a cada uno con huevo hilado, membrillo, tuppers para sandwiches y un folleto explicativo sobre como comer sano muy simpático. me pareció un detallazo. Mis hijos iban la mar de felices con sus regalos. Ahora toca trabajar la creatividad culinaria en casa.
Fue fantástico coincidir con Gololo y Toin, Desvaríos de una Madre, Urban & Mom y muchas blogueras encantadoras y sus hijos.
Que diver!!! y ese caracol esta genial!!
ResponderEliminarGraciaaaaas. por ahí veía verdaderas obras de arte, pero entre que los peques se decantaban más por comerse los ingredientes que por montar los bichos y las trastadas de Iván me conformo con mis churritos jajaja Total! Para el estómago que fueron ;)
EliminarHola. me parece un taller fabuloso y muy entretenido. Hoy en día está de moda la cocina para los peques y ya veo que tus hijos son unos expertos. Bonitas fotos como chefs. Seguimos en contacto
ResponderEliminarLa cocina es una escuela muy completa: sensorial (sabores, texturas, colores..), logico matemática (pesar, contar...), lingüistica (leer las recetas)... Y lo mejor de todo cacharrear, guarrear y ponerse finos con los ingredientes jajaja
EliminarA lo mejor a mí me hubiera venido bien un taller de estos cuando era pequeña. Lo mismo ahora no le tendría tanta tirria a la cocina. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarNo sé, no sé. No es lo mismo cocinar por gusto que por obligación. Te lo digo yo que me encanta cocinar en momentos especiales y odio meterme en la cocina todos los días para comidas y cenas ;)
Eliminar¡Hala! Ese taller sí que mola mucho porque además de ser super entretenido te deja comer... Me encanta.
ResponderEliminarBesos
Tuve que frenar a mis tragoncitos para que no nos dejaran sin materia prima y poder hacer las recetas ainsss ;)
Eliminarq guay!!! y q creaciones ¡me encantan! las tendré en cuenta para fiestas temáticas o para sorprender, los caracoles son ideales para el aperitivo :)
ResponderEliminarSí que están chulos. Y además muy ricos. Aunque si te fijas en la hojita que nos dieron cualquier parecido con el original es pura coincidencia jajaja
Eliminarjejejeje no importa están genial! :)
EliminarQue guay, seguro que lo pasasteis genial, e hicistéis grandes recetas. Tenian buena pinta todas.
ResponderEliminarSí, fue una tarde estupenda. Una pasada :D
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