Cumpleaños feliiiiz

El viernes desperté a mis hijos al grito de "A levantarse que hoy es mi cumpleaños y quiero mil besos y achuchones". Le faltó tiempo para hacerme feliz. Mi marido se sumó encantado a la fiesta del abrazo.

Tras el momento amoroso, mis peques se recorrieron la casa en busca de un regalo que hacerme. Ya teníamos dos paquetes preparados, pero eso de que haya un regalo que salga de la nada parece que no les mola y en cada cumpleaños buscan algo que les cuadre mas con la personalidad del cumpleañero.

En mi caso, Daniel me eligió un precioso libro de arte e Iván me envolvió dos libros suyos y el osito suavecito con el que duerme, que por la noche volvió a las manos de su legítimo dueño. En los dos paquetes nuevos encontré un vaquero, unas camiseta, unas playeras monísimas y el juego de Monster Kit que me autoregalé. En cuanto lo vieron, los peques se abalanzaron sobre él. Abrimos las cartas y el mayor se empeñó en dibujar un monstruo con su nombre y todo. Está fascinado con el juego.

Cuando acabamos con los regalos, juegos y risas, por fin, pude poner orden y sentarles a desayunar para comenzar el día con más normalidad.

La jornada la pasé trabajando y contestando las felicitaciones que me llegaron por todas las vías. Todas me hicieron mucha ilusión y me alegraron cada vez más el día.

Por la tarde fui a buscar a los peques, hicimos la rutina diaria y por la noche ¡Tarta de chocolate! hasta soplé velas, aunque me tuvieron que ayudar porque a esas horas y final de semana estaba agotadísima. Después de la sesión de cine me fui directa a la cama.