El domingo por la tarde decidimos dar una paseo por el parque. Bueno, decidimos los adultos, porque los niños si no había columpios, espectáculos, atracciones o comida rica de por medio no querían saber nada. Los tenemos mal acostumbrados, me temo.
Tuvimos que arrastrarlos puertas afuera y estuvieron boicoteando la velada desde el minuto cero: Ahora no ando, ahora me tiro al suelo, ahora te engancho como si fuera el cepo de la grúa... Buf. Una difícil prueba para mi paciencia... Que perdí.
Estaba a punto de comérmelos (en el peor sentido de la palabra), cuando de repente, Daniel, que es un listorro y sabe cuando le conviene dar la vuelta a la tortilla me enseña una flor con largos pistilos y exclama "¡Una flor de marte!". Su hermano, que aún es un poco lento de reflejos, pero que va mejorando su técnica día a día, lo miró ceñudo, pero lentamente fue despejando a frente. "Yo quiero unaaaaa".
Y ya tenéis a la mami cabreada como una mona, tragándose la furia por no acabar de jorobar el paseo y pinchándose con la planta de la flor para conseguir otro raro especimen marciano. Los dos peques cambiaron totalmente el chip y se pusieron a explorar el jardín marciano con ahínco.
"Mira mami, una piedra marciana. Y mira esto que extraño ¿Que será?" y yo con unos morros de aquí a roma asintiendo a todo y casi dejándome ganar por el entusiasmo infantil. Aunque no del todo porque realmente me lo hicieron pasar mal mal. Y una es madre, pero también humana.
Cuando se cansaron de la exploración planetaria, se acercaron a mí con claras intenciones de meterme dentro de un juego bélico de esos que ellos se parten de risa y yo salgo con algún moretón por accidente. "Mamiiiii. ¿Juegas al señor de los ani...?", "¡¡No!!"
Al ver que de mí no sacarían nada se encaminaron hacia su padre que no se había visto tan afectado por los ataques de rebeldía anteriores. Él caminaba disfrutando del paseo y yo le seguía arrastrando a los dos energúmenos. Y con él sí que tuvieron éxito así que se giraron las tornas. Yo paseé disfrutando del paseo y él recibió todos los golpes "sin querer" de grandes guerreros exaltados jejeje
En mi defensa diré, que parecía disfrutar como un niño más, asi que...
JAjaj!! Ay, como me he reído, aunque ya se que al principio no te hací nincuna gracia!! Esos pequeños rebeldes tan encantadores...!!
ResponderEliminarSi es que son monisimos cuando se portan bien, pero cuando se portan mal... XS
Eliminarjejejeje. bueno tres chicos.... :D
ResponderEliminarLo que tengo que aguantar de mis tres hombres ainssss ;)
Eliminar:D suerte!
EliminarJajajaja. Al final consiguieron que se te pasara el enfado. Besotes!!!
ResponderEliminarEs que no son listos ni na
EliminarMe hace una gracia cuando estoy a punto de tirar a Daniel por la ventana, me mira muy serio y me dice. Empezamos de cero ¿Vale mamá? aaaarg
jejeje siempre no puede salir rodado jejeje menos mal que pudiste desviar el juego jejeje
ResponderEliminarLo de empezar de cero es muy bueno jajaja
Ya ves. Que estos son muuuy brutos ainsss
EliminarUn poco mal acostumbrados, sí jajaja
ResponderEliminarPero oye también son capaces de entretenerse con otras cosas y ¡que imaginación!
Besos
Si que se entretienen solos. Tiene mucha imaginación y mucho morro jajaja
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