No sólo tienen información la mar de interesante en los puestos, sino también muchas actividades, sorteos, concursos, talleres, estatuas de animales, fotografías alucinantes de la naturaleza... ¡Una pasada!
Los peques se lo pasaron bomba en el taller de máscaras de pájaros. Se hicieron unas chulísimas y el mayor demostró su gran conocimiento sobre las aves. Ojoplática me dejó porque no sabía que tuviera esos conocimientos. Yo, en cambio, suspendí. Sera mejor que me haga con el libro de naturales del chiquillo y me ponga el día para no errar la próxima vez.
Mientras unos pintaban, pegaban y recortaban, el papi se presentó a un concurso sobre parques nacionales ¡y se llevó un precioso póster de la Caldera de Taburiente!, en La Palma. Lo mejor de todo es que hemos estado de excursión por ahí y me encanta el recuerdo que nos ha conseguido y que ya adorna una de nuestras paredes. También se levó de ese stand un precioso pino para regalarle a la abuela Paca para que lo plante en Covarrubias.
En el stand de Mas que monte, los peques disfrutaron de una impresionante maqueta con luces que ubicaban los puntos más importantes del valle del Río Pirón y aprendieron un poco más sobre huellas de animales. En el de CEA La Dehesa pudimos admirar una mini exposición de fotografías de lobos impresionante. Y Daniel no pudo con la tentación de coger un precioso marcapáginas de un lobo enseñando los dientes antes de proseguir su camino.
Otra actividad muy divertida con la que nos encontramos en nuestro paseo fue la que habían montado en el stand de Biodiversidad Virtual para que los niños identificaran las aves que encontraran en el Jardín de las delicias del Bosco. Era un poco difícil porque tenían que indicar el nombre del pájaro, pero estos no se achantan ante nada y se los inventaban con soltura. ¿Que el pájaro era negro?, pues era una urraca y no se hable más. ¿Que tenía tres cabezas porque había salido de la imaginación del autor? Pues se ponían a dar saltos de alegría porque habían descubierto una nueva especia única en el mundo.
Otro descubrimiento fue el taller de investigadores de árboles del stand de SDL, Investigación y Divulgación del Medio Ambiente, en el que enseñaron al mayor porqué había diferencia de tamaño entre los anillos de los troncos, que cada uno sumaba una estación y no un año, como les había dicho yo en alguna ocasión y cómo algunos fabricaban casas para insectos para que no se les metieran dentro y les infectaran. Mientras, el pequeño, que ya había tenido demasiada ración de feria jugaba a ser una tortuga ninja en el cesped.
Terminada la última actividad, recogimos al mayor que se traía un collar muy chulo para él y otro para su hermano y nos fuimos a casa la mar de felices.
A algo de eso le hubiera encantado a mi madre llevarme cuando era pequeña. Es lo que tiene tener madre bióloga. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarSeguro que sí. Y a mí ir de pequeña. Recuerdo una feria de artesanía y productos de campo a la que me llevaron que no tenía actividades para niños, pero que me encantó jajaja Antes éramos más fáciles de contentar y entretener ;)
EliminarJejeje qué bonito! A mi me encanta ir a sitios así :)
ResponderEliminarEstuvo muy bien. La hacen todos los años. Lo compartí en las redes sociales, pero mucha información se pierde en la maraña de internet
Eliminarq interesante! Ah! nosotros tb tenemos un pajaro de esos de cartón que hay q montar en unas piezas (lo tengo en el pueblo, pinzado en una viga del techo :) ) ¡son chulísimos!
ResponderEliminarSí que lo son. Ahora sólo tengo que sacar tiempo para hacerlos con los niños ainsss
EliminarQue chulo e interesante ha tenido que ser, y si encima tenía actividades chulas para hacer los peques mucho más.
ResponderEliminarEs una plan ideal para ir en familia :D
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