domingo, 26 de junio de 2016

El Torreón de Fernán González en Covarrubias

El domingo tampoco fue un día de descanso. En cuanto nos levantamos nos preparamos para dar una vuelta por el pueblo. El objetivo de Raúl era visitar el Torreón de Fernán González y la colegiata, pero sólo pudimos entrar en el primer sitio, porque el segundo ya no admitía visitas cuando por fin llegamos.

Los niños estaban entusiasmados con la idea de visitar el torreón porque, aunque parezca mentira, nunca nos había dado por entrar. Siempre lo decíamos, pero al final nos íbamos del pueblo sin haberlo pisado. Así que yo también tenía muchas ganas de verlo. Pagamos la entrada y nos sumamos a la visita guiada. El guía es un enamorado del torreón y te cuenta todos los detalles sobre el mismo y la exposición de armas medievales  que alberga de forma muy amena y divertida. Tenía a los niños encandilados.

Por lo visto, el torreón es una construcción defensiva en el que cada detalle revela su naturaleza bélica, aunque se hubiera disimulado como torre palaciega para que su verdadero objetivo no fuera tan evidente.

Dentro se encuentran mil curiosidades sobre el arte de la guerra medieval: las torres de asedio, las palomas y las cometas usadas para incendiar los castillos, catapultas, maquetas de mecanismos bélicos, armas de lo más variopintas... hasta un baño del medievo. Y todo lo explicaba el guía sin escatimar en detalles.

Ya tenemos a dos niños emocionados y pidiendo más.

Al torreón de Fernán Gonzáles también se le llama de Doña Sancha por una leyenda muy trágica que circula desde hace algunos siglos, con muy mal final para la interesada, pero que fue desmentida al hallarse su tumba en otro lugar y no entre los gruesos muros del castillo. Según se cuenta, la desgraciada muchacha acabó emparedada en la torre por negarse a casarse con el elegido de su padre en vez de con el pastor del que se había enamorado.

Tras una visita tan inspiradora los peques convencieron a su padre para que les comprara sendas espadas de madera que les ayudaran a salir vencedores de sus imaginarias batallas.

Por una vez no nombraron ninguno de los escenarios de El Señor de los Anillos. Eso sí, tras este intenso fin de semana no han tardado en reclamarme las pelis. En cuatro días se han chupado las más de diez horas de metraje de las tres entregas. Teniendo en cuenta que van a campamento y que tampoco tienen tantas horas libres me parece una burrada. Pero les hacía tanta ilusión...

Posdata: Si alguien pensó que se las vieron sentaditos tranquilitos en el sofá es que no conoce a mis hijos...




6 comentarios:

  1. Me gusta mucho el lugar !! Anda que no os lo pasáis bien eh :)

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  2. ¿Por qué será que a veces pasamos mil veces por un sitio y, al final, nunca lo vemos? Me alegro de que os hayáis quitado la espinita. Un besote!!!

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    1. Pues porque piensas que lo tienes ahí para cuando quieras. Me pasa igual con Madrid. Hay un millón de cosas que no he ido a ver porque vivo aquí jajaja

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  3. jejeje (por lo de sentados y tranquilos) y como lo pasáis de bien, ¡q actividad! a cual más interesante además :)

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