Volcán de aire Phineas & Ferb: Molaaaa

Los reyes magos nos han traído una cosa muy curiosa. Bueno, le han traído a Daniel, pero nos ha gustado a todos por igual. Es un volcán de aire para construir. Una chulada. Y facilísimo. Si lo construí yo. Todos pueden. Lo dice alguien que intentó hacer lo propio con un reloj del imaginario para niños a partir de seis años y no supo ni empezar.

El caso es que te viene una base muy útil y allí hay que poner todos los elementos. te viene una guía explicativa muy muy detallada y sencillas. Sólo hay que ir poniendo cada elemento en sus agujeritos y llevar los cables hacia las conecciones. Cuando todo está listo y correcto, damos al botón de encendido y... vualá, la pelotita vuelaaaaa...

A nosotros nos salió a la segunda porque la lerdomadre... digooo... ¡vamos! que no me enteré que los cables había que engancharlo bien a los muelles y no dejarlos a su libre albedrío, pero una que es rápida de reflejos y enseguida subsanó el error. La de juego que nos ha dado el volcán de aire. Se quedan mirando como sube y baja la bola hipnotizados.

Lo hemos tenido que recoger y guardar porque dejaba a Daniel haciendo los deberes y me lo encontraba mirando la bola. Era una fuente de distracción fatal.

Hemos probado con otras bolas, pero sólo vale la que trae el juego, así que será mejor no perderla. Por supuesto, los dos peques ya nos han hecho saber que quieren también los del superdisco volador y superalarma secreta, pero lo que no saben es que los reyes magos lo encontraron en un mercadillo de juguetes y que creen que ya no deben estar en circulación. Una pena.