Este domingo apunté a los niños a una gymkana que se va a hacer gratuitamente en el Centro Comercial La Vaguada todos los domingos durante el verano. En la hoja informativa no daba muchos detalles así que les dije a mis churumbeles que era una actividad tan sorpresa que no yo misma sabía lo que iban a hacer.
En un principio no se lo tomaron muy bien y me repitieron mil veces que si no les gustaba se irían. Pero se disiparon todos sus miedos en cuanto comenzó el juego. Tres chicos conducían la Gymkana que estaba basada en cuentos populares infantiles.
Leían una pista y los peques tenían que adivinar de qué cuento se trataba. Luego corrían que se las pelaban para ser los primeros en descubrir el cartel del cuento de turno. Te partías de risa viéndoles correr por la terraza del centro comercial para todos los lados. Y los chicos de la Gymkana llamándolos porque se iban justo para el lado contrario.
Cuando llegaban al cartel de turno les hacían una prueba que podía ser de escenificación, una manualidad, reconstruir un cuento... Y cuando las superaban tenían que buscar la pista cerca del cartel, se la leían y vuelta a salir despepitados para encontrar el siguiente.
He de decir que los más pequeños estaban entregadísimos y vivían las pruebas al máximo. En cambio los mayores parecían disfrutar mucho más de la búsqueda de pruebas.
En una de las pruebas, peques voluntarios se disfrazaban de los personajes de cuento de caperucita y el resto les puntuaba cómo lo habían hecho. Iván no se lo pensó dos veces y se presentó voluntario para lobo. Estaba emocionado con su disfraz e intentaba comerse a todo quisqui. Casi me da una ataque de risa cuando se intentó comer a caperucita y ésta salió corriendo como alma que lleva el diablo. Ni el lobo alcanzó a Caperucita, ni el cazador al lobo. Es que todos corrían muchísimo. Eso sí, se llevaron una nota bajísima por irse corriendo y dejar al público con un palmo de narices. Eso no impidió que se lo hubieran pasado genial con la carrera.
Al final de la gymkana, les entregaron a los peques un diploma y una bolsa con unos caramelos y agua. Un detallazo teniendo en cuenta la temperatura de la que disfrutamos últimamente. Los chiquillos contaban sus caramelos como si fueran un tesoro. Al final se lo pasaron genial.
Pero.. ¿en Madrid ya es verano? jajaja
ResponderEliminarOye parece una actividad muy chula. Me gusta mucho y veo que a los peques también.
Besos
Cuando hace calor horrible asfixiante tenemos sensación de verano jajaja
EliminarLas gymkanas suelen triunfar mucho entre los peques :D
Es genial que los centros comerciales organicen estas actividades de cara a las futuras vacaciones ;)