martes, 4 de julio de 2017

Andén 0. Estación de Chamberí

Siempre que pasábamos entre las estaciones de Iglesia y Bilbao de la línea 1 de metro agudizamos los sentidos para ver la estación fantasma. Los peques están más que predispuestos a ver espíritus traviesos transitando por el oscuro andén, pero sólo ven los que su imaginación quiere hacer aparecer.

"Mami, ¿cuando vamos a ir a ver la estación fantasma?", me preguntaba el mayor  cada vez que la cruzábamos a la velocidad del tren. "En cuanto tengamos un rato", contestaba yo siempre. Pero ese rato nunca llegaba. Un post de Gololo y Toin me puso los dientes largos, pero aún pasaron muchos días hasta que decidiera plantarme en el Andén 0 con mis churumbeles.

Hay que mirar bien los horarios porque son algo extraños (Jueves de 10:00 a 13:00 horas.Viernes de 11:00 a 19:00 horas. Sábados y domingos de 11:00 a 15:00 horas). Cada hora una guía te explica la historia de tan insigne estación detallando datos curiosos de la época. como que la edad para comenzar a trabajar, allá por principios del siglo XX, eran los catorce años. La empresa de Metro de Madrid fue de las primeras en contratar mujeres, que normalmente dejaban su puesto al casarse, sobre los veinte años (aunque, si contaba con permiso del marido, podía seguir trabajando). Si enviudaban, la empresa tenía el deber de volver a contratarlas. Esa costumbre se perdió durante la transición española.

En cuanto a la estación, pertenecía al primer tramo que se construyó en la ciudad allá por 1917 y que iba de Sol a Cuatro Caminos. Al poco se construyeron cuatro tramos más de la misma línea. Nuestra guía nos contó cómo se realizaba el trabajo de las taquilleras, de los controles, de los conductores... El truco que tenían por entonces para que la gente no se colara, cómo diseñó Antonio Palacios la estación y por qué, la historia de los anuncios de Metro, que comenzaron siendo preciosos murales de baldosas inamovibles hasta el papel de los años 60, cuando se cerró la estación. Gracias a esos papeles que se fueron superponiendo unos a otros se conservan tan bien los anuncios originales.

La guía contó muchísimas cosas interesantes con todo detalle y respondió encantada a todas las preguntas que quisieron hacerle. Hizo participar a los niños al pedirles que saltaran sobre una pesa que permitía abrir las puertas de salida sólo desde dentro para permitir el acceso a los viajeros al exterior, algo que a los míos les encantó. Por todas esas anécdotas e historias para el recuerdo recomiendo la visita guiada, aunque a los más pequeños se les hará pesada.

Daniel siguió las palabras con muchísimo interés y después plasmó gran parte de lo que había oído en la redacción que le pedí acerca de la visita (intentamos que el repaso estival sea lo más divertido posible). En cambio, Iván se cansó enseguida y sólo le gustó cuando la guía le pidió que saltara en la pesa. El resto de la visita se la pasó repitiendo: "Me aburrro, me abuuuuuuurro". Con lo que no pude atender como me hubiera gustado.

Tanto el acceso como el andén son muy curiosos de ver y logran transportarte durante unos minutos a otra época de principios del siglo XX. Casi, casi esperas ver pasar uno de los convoyes de cinco coches de antaño cuando el tren de hoy en día va anunciando su llegada con un estruendo de mil demonios que hace que la guía tenga que guardar silencio por unos segundos.

Casi logró volver a atraer la atención de nuestro hijo más pequeño cuando empezó a hablar de fantasmas y de cómo surgió el mito, que no voy a desvelar. Es mejor oirlo in situ. Pero adelanto que la cosa empezó después de su clausura en 1966 porque resultaba imposible adaptarla a los trenes más modernos. Una estación... cerrada... oscura... por la que pasan muchos trenes al día... y la imaginación de los viajeros puede dar lugar a muchas leyendas.

De hecho, algunas de ellas se pueden leer en el libro que escribió el responsable del Museo Luis María González valdeavero, Chamberí y sus fantasmas, que compramos en un kiosco cercano nada más acabar la visita por insistencia de Daniel. Se trata de historias cortitas de fantasmas en el museo interrelacionadas por los tres protagonistas. Ya vamos por la quinta y al mayor les está gustando mucho.


15 comentarios:

  1. Qué bien que la hayáis podido visitar al fin! (Gracias por la mención). Me hubiese gustado escuchar al guía pero en nuestro caso no lo hicimos porque, como te dije, el pequeño no lo aguanta bien... Así que nos quedamos con las ganas de oír lo del fantasma... Jejejeje. La verdad es que es una visita muy curiosa que gusta a todos los peques... Tiene mucho encanto y es cortita. Un besote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un placer mencionarte. Ya sabes que soy muy fan de tus contenidos :D
      Es que los peques aún son muy peques para prestar atención a un guía más de cinco minutos jajaja Pero ya les queda poco. pronto acompañarán a sus hermanos en las primeras filas jajaja

      Eliminar
  2. ¡Me en-can-ta!
    La verdad que es una visita que me encantaría hacer cuando vaya a Madrid. Ya lo había visto en otros blogs y me parece genial. Es que no es un decorado, fue una estación real.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me sorprendió porque pensé que un museo tan pequeño no daría para tanto, pero mira tu por donde que casi da la impresión de que viajas en el tiempo :D
      Es una estación muy real. Una pasada!!!

      Eliminar
  3. Tiene que ser una chulada visitarla. Me lo apunto para la próxima visita a Madrid

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un museo pequeñito, pero que da para mucho. Tiene muchísimos detalles interesantes :D
      A Cangrejito fijo que le gusta!

      Eliminar
  4. me encanta! tengo muchas ganas de ir. es una d mis paradas obligadas en mi prox visita a Madrid. espero no dentro de mucho.
    Me quedo con ese libro, igual lo veo antes ;) gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es como un viaje en el tiempo. La tienen muy bien conservada y te lo explican muy bien. Por internet están las psicofonías, pero escuché una y yo no oía a los fantasmas. Mas bien golpes, ruidos y chirridos jajaja

      Eliminar
    2. uuuuhhh jejejeje anoto, anoto ¡no me la quiero perder! gracias

      Eliminar
  5. ¿Te puedes creer que justo el otro día le estaba diciendo al churri que tenemos que ir algún día? Nunca he estado y me llama un montón la atención.
    Los horarios son rarísimos, sí.

    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Que casualidad!! Pues a nosotros nos moló mucho. Es muy curiosa de ver :D
      Y con los horarios hay que tener cuidado. Yo pensaba ir un martes y menos mal que se me ocurrió mirarlos jajaja

      Eliminar
  6. Madre mia que grandes tienes ya a tus nenes!!! Yo que hacçia tiempo que no pasaba por aquí...!!! por favor, el tiempo corre!!! y te das cuenta mirando a los crios...!!
    Super interesante esa visita!! Me he quedado con la curiosidad de saber la historia de los fantasmas... esos temas me atraen mucho!!!

    el blog de renée

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Síii. Crecen muchísimo y ni te das cuenta. Ya son dos hombrecillos ainss
      Yo creo que muchos fantasma no deben haber, pero tampoco me quiero quedar allí una noche por si acaso jajaja

      Eliminar
  7. Luis María González Valdeavero6 de julio de 2017, 13:03

    Felicidades por el blog y el trabajo sobre la Estación de Chamberí; y mi agradecimiennto por la mención al libro "Chamberí y sus fantasmas". Espero que lo disfrutéis tanto como yo al escribirlo y os genere la suficiente curiosidad para que investiguéis sobre Chamberí, Madrid, y nuestra historia¡¡

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras. Estamos disfrutando mucho del libro. Leemos dos o tres capítulos cada día. Eso sí, nunca de noche porque les impresiona un poco jajaja Me encanta la inocencia de los niños. Y también su curiosidad. Otro Museo al que tenemos pensado ir es al Museo de Historia de Madrid para que sigan investigando :D

      Eliminar

Me encanta saber lo que piensas.