¿Quién no conoce al Premio Nobel de la Paz más joven de la historia y su maravillosa obra en pro del acceso a la educación para todos: Malala Yousafzai? Pues probablemente tus hijos. Y es una pena porque ellos se dan cuenta de que hay mundo más allá de su ombligo, aunque el 90% del tiempo se dediquen a mirárselo.
Ellos nos escuchan, están ahí cuando ponemos el telediario, ojean el periódico en cuanto te descuidas, ven carteles... Y se hacen su composición de lugar. No son tontos y saben que hay lugares en el mundo en el que los niños no viven tan bien como ellos (aunque no lleguen a imaginarse cuan trágica puede llegar a ser la vida de muchos). Uno de esos niños era Malala Yousafzai, mientras vivió en el valle de Swat, al noroeste de Pakistán.
A los diez años de edad comenzó a sufrir el gobierno de los Talibanes. Alzando la voz se hizo oír en la comunidad internacional para protestar contra la situación de las niñas, a las que se les había prohibido acudir a la escuela. Esto la convirtió en objetivo de los Talibanes, que en 2012 atentaron contra su vida. Afortunadamente sobrevivió y pudo seguir con su labor humanitaria.
Es la historia de una niña muy valiente que puede ayudarnos a alimentar la conciencia social de nuestros hijos gracias a un precioso cuento, publicado por Alianza Editorial que ha escrito ella misma y que ha ilustrado magistralmente Kerascöet:El lápiz mágico de Malala.
La edición del libro es preciosa desde la primera hasta la última página. Malala nos cuenta, cómo de pequeña deseaba tener una lápiz mágico para hacer su vida más cómoda y poder ayudar a los demás. Con el tiempo se dio cuenta de que el lápiz nunca aparecería, pero que la magia sí que existía. Se atrevió a alzar la voz y a escribir en la soledad de su cuarto textos que leerían en todo el mundo para defender el derecho a la educación de todos los niños, especialmente el de las niñas.
Es una forma maravillosa de contar su historia a los peques y así aprendan con el ejemplo de esta niña que creía en la magia y en el poder de la palabra. Como ella misma dice en el cuento: Un niño, un profesor, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo.
To tampoco lo conocía, si que hablamos de eso pero no sé hasta que punto escuchan realmente. Está muy bien, interesante
ResponderEliminarCuanto más voces más difícil de ignorar ;)
EliminarLos cambios siempre empiezan con pequeños gestos.
Y me dejo ya de filosofía de andar por casa. Besos!!
He leido su libro y también visto el documental. Muy interesantes ambos (cuentan los mismo..) y ella es un ejemplo a seguir.. bravo por quienes luchan por un mundo mejor!!
ResponderEliminarbuen viernes
Pues ahora lo cuentan de una forma muy visual para que los niños entiendan su mensaje. La verdad es que este álbum es una preciosidad <3
EliminarQué muchacha tan increíble. Y luego una se mira al espejo y se pregunta qué está haciendo por el mundo... Besotes!!!
ResponderEliminarSeguro que también ponemos nuestro granito de arena, aunque sea mucho más pequeñito
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