martes, 21 de noviembre de 2017

Feria Aprendemos jugando

Esta fin de semana queríamos pasarnos un rato muy divertido en la Feria Aprendemos jugando. El programa nos parecía de lujo así que nos las prometiamos muy felices, pero el mayor se puso malito y tuvimos que replantearnos el tema.

Entre el papá de la criatura y yo quedamos en que si para el domingo Daniel no se ponía bueno, me iría yo sola con el pequeño. En cuanto el niño se enteró del plan le volvieron las fuerzas y todo fue decir lo maravillosamente que se encontraba con una carita verde pálido y unas ojeras que le llegaban a los pies.

Tanto insistió que al final fuimos toda la familia a la feria, pero menos tiempo del que hubiéramos querido para no meterle paliza al niño. Los peques entraron en el Museo del Ferrocarril como dos torbellinos queriendo verlo todo, tocarlo todo, jugar con todo...

Lo primero que hicimos fue pasar a saludar a Diana, de Mamá tiene un plan, organizadora del evento junto con Menlo Park. La felicitamos por el evento que habían montado. No faltaba detalle.

Lo primero que encontramos fue el cinesferic, de JCMadrid, con una exposición espacial chulísima en la que los chiquillos podían tocar con sus propias manos una roca lunar. ¡Alucinante! Daniel no paraba de hacerle preguntas muy entusiasmado al chico disfrazado de astronauta, pero yo no alcanzaba a oirlas porque estaba guardando sitio en la cola para entrar a ver la película de 360º. Nos encantó la experiencia aunque Daniel salió muy enfadado porque la gente no sabe comportarse. Lo cierto es que el pobre quería enterarse de todo lo que se decía en el documental sobre el comienzo de la vida y muchos espectadores no pararon de hablar y comentar las imágenes sin ningún tipo de respeto. Entiendo que los niños hablen, son pequeños, pero que los padres no pararan de rajar y decir tonterías sí que me enervó un poco. ¿No se supone que deben dar ejemplo? Ni siquiera se cortaban con los continuos Sssssh, ni cuando un padre, ya bastante harto de la situación, les mandó callar directamente. En fin, aún así nos encantó el cinesferic.

De ahí nos fuimos a dar una vuelta, lo cierto es que había puestos para todos los gustos. Desde referidos a la salud, los juegos de mesa, la seguridad en internet, libros, juguetes, educación... Era muy difícil elegir nuestra siguiente parada, aunque mis hijos lo tuvieron muy claro: las tablets del puesto de seguridad en internet de IS4K. Allí estuvieron jugando a pararle los pies a los virus informáticos un ratito, pero no mucho porque se nos iba la mañana volando y queríamos ver mas cosas. Huelga decir que se mosquearon bastante cuando les sacamos del stand de los videojuegos. Aunque el juego está en su web y podrán jugar en casa.

Logramos ponerles de mejor humor en el stand de Taguriz, una tienda de juegos online que se había traído algunos muy chulos para toda la familia como el del Oro del Orinoco, Dragones de fuego, el Laberinto Mágico, El Frutalito o El Kuko Kiko estrena nido. A éste último le teníamos muchas ganas, pero no los encontrábamos en ninguna ludoteca. Por fin hemos podido jugar y ¡es chulísimo! Teníamos cada uno seis huevos. El que le toca saca palillo, si tiene el mismo color en ambas puntas pone el palillo, si no tiene que sacar otro palillo cuya punta visible sea del mismo color que la punta del palillo que hemos sacado con anterioridad. El máximo son tres palillos. Luego ponemos los palillos que hayamos sacado e intentamos colocar nuestro huevo sin que se caiga dentro o fuera de la caja y sin tirar ningún palillo de huevo de los adversarios porque entonces nos penalizan de diferentes formas. Gana el que primero quede sin huevos. No nos quedamos mucho más porque no contaban con mesas para jugar (normal, teniendo en cuenta el espacio del andén) y no resultaba muy cómodo echar más partidas.

Además, los peques le habían echado el ojo a algo flipante: una camiseta con realidad aumentada para aprender sobre el cuerpo humano con una aplicación chulísima. Se llama body planet y les tuvo fascinados un buen rato. Yo quería comprarlas en ese mismo momento, pero a Raúl no le gustó la idea de fomentar la conciencia consumista de los peques, ya de por si extremadamente desarrollada, y al final me quedé sin camisetas. Menos mal que están online. Es un regalo muy original para Navidad.

Lo que me pareció extraño es que no se pararan en el stand Electrick Bricks, donde habían unos legos gigantes chulísimos. A lo mejor pensaron que eran un poco para bebés. El caso es que sólo se pararon a coger el catálogo de Lego, superimprescindible para hacer la carta a los Reyes.

Un poco más adelante nos topamos con un castillo hecho de globos que llamaba mucho la atención. Allí nos informaron que en una media hora comenzaba una pequeña obra de teatro relacionada con la ciencia por si queríamos apuntarnos. ¡Claro que queríamos! Como faltaba  mucho seguimos paseando y nos topamos con el stand del Club de Esgrima de Madrid. Se lo habían montado muy bien y el taller prometía mucho pero mis hijos me hicieron saber que no querían perder tiempo en colas porque aún quedaba mucho que descubrir y el tiempo volaba.

Entonces nos topamos con el stand de Marco Topo y los chicos que están detrás de esta increíble app para acercar la cultura a los más pequeños de una forma divertida. Fue genial desvirtualizarles por fin. ¡Son encantadores! Regalaban una muestra de su app para que los niños lo pasaran genial investigando el Museo del Ferrocarril. Una pena que no nos diera tiempo a hacer el juego porque a mis hijos les encanta, pero Daniel ya estaba mostrando signos de que se empezaba a encontrar bastante regular y no nos dio tiempo.

Hemos hecho el recorrido del Museo Sorolla y del Museo de Ciencias Naturales y son muy recomendables. Lo pasas genial investigando para salvar a los Flopis. Por cierto, que están buscando nuevos Flopis. ¿Quieres ser el autor de uno de estos monísimos bichillos? Pues sólo tienes que dibujar uno, ponerle un nombre de no más de cuatro letras y subirlo a twitter, facebook o instagram etiquetando a @ClubMarcoTopo. Fácil ¿Eh? Mis hijos ya están dándole vueltas a sus diseños. Sólo espero que no hagan el Flopi zombi, que les conozco.

Ya era la hora del teatro y tuvimos que volar hasta el castillo de globos. Una vez en la cola tuvimos la suerte de encontrarnos con Sara, de Escucho y masajeo, una gran profesional que nos ayuda a relajarnos a través de masajes y charla. Tenía un stand muy cuco con esterillas, cojines y pinturitas. Ideal para que los peques hicieran un alto.

A su lado me encontré a Lee, de Babytribu, presentando su libro, Crecer en tribu, perfecto para familias que quieren pasar tiempo divertido y de calidad con sus hijos. La estaba saludando cuando Sara, de Tribu Creciendo Juntos, se nos acercó. Cuanta gente estupenda reunida en un sólo lugar.

Al poco, nos metimos en la sala en la que se iba a celebrar la obra de teatro. La historia giraba alrededor de un despistado científico y su ayudante que querían ayudar a las plantas a crecer más deprisa para evitar la deforestación. La verdad es que los niños se lo pasaron en grande con los actores, sus chistes, canciones, experimentos y sorpresas.

Al finalizar la obra nos contaron que les podíamos seguir la pista en su web. Eran Kazumbo teatro, una compañía que hace teatro para familias divertidas. Ahora mismo, tienen una obra en marcha en el teatro Nueve Norte, El bosque de los elementos, de la que nos dieron una muestra y que promete mucho.

A la salida del teatro nos encontramos otro descubrimiento muy chulo: Academia Play, una plataforma educativa, universal y gratuita que pone a disposición e alumnos y profesores unos vídeos geniales y muy didácticos. Mis hijos no despegaron la nariz de la pantalla de televisión hasta que no les aseguré y juré cien veces que podíamos ver los vídeos en internet. Tienen cosas muy chulas en su tienda.

Hasta tuvimos un ratito para subirnos a los trenes que están abiertos al público. Si no lo hacemos a estos dos trastillos les da una síncope. Y eso que estaban hasta arriba y más allá, pero se vé que para los niños es de obligada visita.

Nos fuimos de ahí con muchísima información y dos niños con muy pocas ganas de dejar el recinto, aunque uno de ellos ya apuntaba decimitas. La feria nos ha parecido muy completa, llena de curiosidades y experiencias fascinantes. El próximo año repetiremos.







4 comentarios:

  1. ¡Qué plan más bueno de finde! Si que os cundido, nosotros nos quedamos con gana de ir.

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    1. Me hubiera encantado verte allí. Que penita que no os pudierais acercar...

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  2. ¡Qué completa la feria! Tu hijo es como yo, que ya me tengo que estar muriendo para admitir que estoy mala y me tengo que meter en la cama. Lo malo es que eso también me pasa para ir a trabajar, que ahí podría aprovechar un poco la coyuntura. Jajaja. Besotes!!!

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    1. Si es para cuestiones de cole o cosas que no le apetecen esta fataaaaaal. Tu ya sabes.
      Pero se hablamos de cosas divertidas está requetebien jajaja

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