Todos los años, a finales de junio, tiene lugar el mercadillo solidario de Indonesia en los jardines de la embajada de este bonito país. Se montan puestos emulando los que se pueden encontrar allí de comida callejera o en los zocos de artesanía y se deleita a los presentes con todo tipo de espectáculos de danza, canto o artes marciales.
A mis niños les encanta asistir para ponerse las botas con las delicatessens indonesias. ¡Quieren probarlo todo! Y siempre repiten de una chuche gelatinosa de colores que les flipa.
Nada más llegar cambiamos dinero por los tickets para comprar en el mercadillo e hicimos una primera elección para ir abriendo boca: unos rollitos de pollo y verduras varias. Muy ricos.
Buscamos un sitio estratégico en el césped porque las mesas ya estaban pilladas y, al final, nos salió muy bien la jugada porque veíamos genial el escenario.
Por él desfilaban bailarines, cantantes, músicos... Todos con vistosos atuendos y tocados. Precioso de ver.
Mientras nosotros comíamos arroz, tallarines, empanadillas, curiosos zumos... todo delicioso y diferente a lo que estamos acostumbrados. ¡Hasta probé un poco de pulmón de vaca! Y estaba bastante bueno.
Nos quedamos a ver cómo tocaban un gran instrumento tradicional de Indonesia para el que se necesitan muchos músicos y luego nos fuimos a casa. Fue una velada muy divertida y exótica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encanta saber lo que piensas.