Este sábado tuvo lugar el último cuentacuentos de la temporada de Dragon Ball en Akira Cómics, que pena... Pero la buena noticia es que a principios de curso volverán con nuevas historias y se comenta que puede que esta vez la cosa vaya de super héroes, de ficción y de la vida real. ¡Suena genial!
Pero centrémonos en esta última sesión en la que Goku y sus amigos serán los protagonistas. En esta ocasión, la cuentacuentos nos narró dos grandes batallas en las que se destruyó el mundo, murieron muchos personajes, revivieron algunos... Pero el caso es que Goku nos salvó al final como siempre. Él es así de confiable.
Después nos contó un montón de cositas curiosas sobre China, el país del que que provenían todos los cuentos que vendrían a continuación. ellos inventaron el papel, la pólvora, la acupuntura, siguen una costumbres higiénicas que no compartimos en absoluto, están educados en la cultura del esfuerzo y en el trabajo en equipo, son capaces de copiar cualquier cosa y tienen una cocina muy diferente a la nuestra, entre otras muchas más cosas.
¡Ah! y que es un país increíble para visitar y conocer en unas vacaciones: la muralla china, la ciudad prohibida, los guerreros de Xian, los mil budas...
Para el primer cuento que contó necesitó dos voluntarios y enseñaba que si una información no pasaba por la verja de la verdad, de la bondad y de la necesidad no valía la pena difundirla. Es decir, que si no sabemos que el chisme sea verdad, sea algo bueno o sea una información necesaria, mejor olvidarla y seguir con nuestra vida.
Te partías con los voluntarios: uno actuaba tímidamente y el otro con muchísimo entusiasmo. Fue divertidísimo.
La leyenda que vino después contaba como surgieron los cuatro ríos más importantes de China, que en su origen fueron cuatro dragones de diferentes colores que se empeñaron en salvar a la humanidad de una tremenda sequía en contra de la desidia de un importante dios. Finalmente se convirtieron en los ríos para dar agua dulce al pueblo chino. Muy bonita.
Le siguió un cuento corto, también muy gracioso sobre un marido despistado, una mujer celosa y un espejo que parecía cosa de magia.
El siguiente trataba del enamoramiento de la hija pequeña de un dios con un mortal y de cómo su madre quiso separarles a cualquier precio. Pero fue tan fuerte su amor que se les permitió verse una vez al año, que es el día de los enamorados en china.
Para el cuento final necesitó siete voluntarios que sujetaron las letras de una palabra muy importante, importantísima. Mientras explicaba por qué era tan importante, los peques iban descubriendo su letra con mayor o menor habilidad, haciendo que el público se carcajeara. La palabra es: Gracias. No podía ser otra.
Al final nos quedamos un ratito para ver la exposición de los dibujos que habían ido entregando los niños a la cuentacuentos. ¡¡Todos chulísimos!! Mis niños no hicieron ninguno porque son unos sosos para estas cosas. Que pena.
Gracias Akira Cómics por estos cuentacuentos tan divertidos organizados por Iván Marugán y Carmen Huertas. Gracias sobre todo a ésta última, la cuentacuentos, que se esforzó al máximo, a pesar de tener la garganta tocada, para que pudiéramos disfrutar a tope de este último cuentacuentos.
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