Villa Palo

Cada tarde de parque el progenitor de uno de los amigos de Daniel se acerca la zona verde con una misteriosa caja en las manos y la deposita en el banco de turno. Es la misteriosa caja de Villa Palo, una aldea tomada por la mafia cuyos habitantes trabajan de sol a sol en la plantación por un sueldo mísero para el jefe, que los trata como esclavos.Cuando recogen una buena provisión con el sudor de su frente se presentan ante del jefe y negocian el precio de la mercancía. Si haces bien su trabajo, incluso pueden ascender y ganar privilegios.

De vez en cuando tienen guerras entre diferentes facciones o se les cuela un traidor que va acabando con la vida de los habitantes uno a uno y que sólo el jefe sabe quién es. Tienen que descubrirlo antes de que acabe con la aldea entera.

El ir y venir de niños que dejan o sacan cosas de la caja del banco es constante. A veces hasta se la llevan y no la devuelven hasta un buen rato después.

Los padres encargados de llevarla y traerla de su casa no se atreven a curiosear en su contenido no vayan a encontrarse una ciudad evolucionada de bichos varios con su propios sistema económico y social (a mí ya no me sorprende nada). Aunque yo sospecho que es la caja que se hace cada día con el negocio de las plantaciones (según Daniel, de drogas) y su comercio.

Esto me recuerda a otro juego similar, pero mucho más sencillo que jugaba Daniel con sus amigos del parque hace ya muchísimos años y que también implicaba un lugar imaginario: Roca Calavera.

Yo a su edad no recuerdo participar en juegos taaaan elaborados. A ver..., que también les veo jugando al escondite o al pilla pilla, pero es alucinante cómo logran encuadrar juegos de toda la vida en historias fantásticas. Por ejemplo, ellos no juegan al escondite, ellos juegan a que un vigía, en lo alto de un columpio tiene que descubrir a los soldados del ejército enemigo antes de que logren acercarse y tocar la torre del vigilante, que sería lo equivalente a asaltar el pueblo.

Confieso que, a veces, los padres observamos sus evoluciones muertos de curiosidad.