miércoles, 14 de octubre de 2020

Titán acorazado, nuevo escenario 3D para el juego de mesa de Attack of Titans

Como los peques han cogido con ganas todo lo que tenga que ver con la serie (según Netflix, recomendada para mayores de 13 años, según yo para mayores de 30) Attack of Titans hemos acogido el juego en nuestra ludoteca aprovechando que era el cumple del mayor.

Lo cierto es que llevaba mucho tiempo detrás de este juego. Desde que el más pequeño descubrió en unas jornadas Ludo Ergo Sum, pero yo erre que erre que lo veía para mayores. Y la serie ya ni te cuento. Según el mayor, sus amigos de clase llevan viéndola desde cuarto de primaria, pero a mí ya me extraña.

El caso es que Iván nos presentó un argumento demoledor y he acabado cediendo a la batalla de desgaste de las dos fieras. Cuando el padre le repitió por enésima vez en tantos años que es una serie para mayores le soltó: "Esa clasificación de edad no va con nosotros que vamos unos 8 años por delante, por lo menos...".

"Síiii, claaaro", le respondió Raúl. A lo que el peque contra atacó.

"Aaah para los juegos de Mansiones de la locura o el señor de los anillos SÍ tenemos la edad, pero para Ataque a los titanes noooooo, ¿No?", ¿qué le respondes a eso? En cierto sentido tiene razón el peque. Tras mucho deliberar, decidimos verla en familia y a la mínima que viera el shock reflejado en sus ojos quitarla. Ni shock ni porras. Tan pichos que se la están tragando. Y eso que tiene mogollón de diálogo e intrigas. Yo pensé que se aburrirían, pero parce que les está enganchando.

En esas estábamos cuando Papi primerizo me chivó que el juego de Attack of titans estaba a muy buen precio en Amazon. ¡Justo días antes del cumpleaños del mayor! Pues a la saca. Le encantó el regalo.

Está todo el día jugando con lo componentes. Al juego en sí hemos jugado un par de veces (tenemos demasiados juegos y taaaan poco tiempo...), pero él se monta unas historias fantásticas.

Así que pensé que estaría guay montarles otro tablero 3D con otro modelo de titán. En la caja viene el que llaman sonrisas, así que me puse a buscar otro por google images. 

Mi idea era hacerles el colosal, pero no lo encontré. Así que me quedé con el acorazado, que también tenía buena pinta. Y no quedó mal el resultado. Los peques están encantados y dicen que la próxima partida la vamos a jugar con el acorazado.

Lo primero que hice con la imagen fue quitarle el fondo y pasarla a PNG, luego la inserté en un word en su versión original y girada horizontalmente para tener cubiertos ambos lados del titán. Lo imprimí y recorté una de las imágenes. 

La pegué en cartón y volví a recortar el contorno. Entonces pegué la imagen girada en la otra parte del cartón teniendo cuidado de que coincidiera bien y recorté los bordes de la nueva imagen pegada. Ya tenía el titán. Con más cartón hice dos tiras que cruzadas con la figura principal y colocadas en su base harían que se mantuviera en pie.

Finalmente, hice las losetas que hacen de casillas del juego. Las pinté del color pertinente, les puse el número que iba en cada una, las recorté, las pegué en el cartón, volvía a recortar y las inserté a diferentes alturas del titán con pequeños cortecitos en cada pieza.

Esto abre un nuevos horizontes a nuestras creaciones de juegos. De esta forma podemos hacer todos los tableros 3D que queramos: Cthulhu, Shenron, Totoro, castillos, mazmorras... ¡No hay límites! Bueno, sí. El límite es el cartón que tengamos.

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