Escape books y Ratland en Dragones y Losetas

He descubierto unos escape books que hacen que te hiervan las neuronas. Los estaba presentando su autora, Mari Añón Requena, en el stand de Dragones y Losetas en la feria de Interocio. Tiene tres títulos en la colección que se pueden adquirir en Amazon.

Yo me hice con La prueba primigenia (lo tengo firmadito yujuuuu), en el que nos convertimos en un candidato a sectario. Pero no es tan fácil entrar en la orden para adorar a los dioses más caóticos y sanguinarios de la literatura de horror cósmico. Cuidadito o te acabarás convirtiendo en el próximo sacrificio. Hay muchos finales, pero sólo uno es el bueno. Con el resto seguramente acabarás en una mazmorra o muerto. También puede pasarte lo que me pasó a mí: que se me acabó el tiempo. No es tan fácil encontrar las pistas correctas.

Antes de continuar voy a explicar la mecánica. Comienzas en una sala en la que te encierran para ponerte a prueba. Te rodean muchísimos elementos que pueden ayudarte a cumplir tu misión, que desconoces por completo. Vas a tener que buscar mucho para encontrar todas las pistas y objetos que necesitas para pasar el examen de acceso.

Tienes un dibujo de la sala con todos los puntos de interés marcados con el número de apartado al que debes ir para seguir la aventura. Depende de tus decisiones perderás más o menos tiempo hasta llegar al buen camino.

En el texto te dice el tiempo que vas invirtiendo en tus pesquisas. Se mide por relojes de arena que vas a ir tachando en la parte de inventario según se te indique (yo los fui marcando en un papel aparte porque no me gusta nada pintar libros). Tienes 60 relojes de arena para resolver el misterio, que se traduce en horas y horas de diversión y estruje de neuronas.

Nos encontramos con pruebas de todo tipo en nuestro camino y normalmente requieren de diferentes piezas, pistas u objetos para que podamos resolverlas, así que vais a necesitar mucho papel para anotar y muchos marca páginas para marcar apartados clave a los que tendremos que volver varias veces.

En este libro juego, es primordial ser ordenado en las notas. Yo tuve que pasarlas a limpio en el momento en el que ya era imposible entender el lío de datos, pruebas, objetos y pistas que había ido anotando a medida que los iba encontrando.

Normalmente, en el apartado te dicen los datos que debes anotar para ayudarte  un poco. Se agradece la verdad. Es importante apuntar el apartado en el que te vas encontrando cada cosa, porque seguramente tendrás que volver a él más adelante.

El reto de acabar con al prueba en sesenta relojes de arena mola mucho, pero no me paró para intentar resolver el misterio fuera de tiempo. El nivel de estrés bajó bastante cuando eliminé la factor tiempo, debo confesar, pero lo disfruté igual.

Este libro me ha mantenido absorbida muchísimo tiempo, porque la final te picas a sacar todos los puzles que te proponen.

Los otros dos titulo disponibles son La habitación del asesino; en el que te han atrapado en una estancia, pero, afortunadamente (o no), alguien te ha dejado pistas para poder escapar; y El cuarto del pánico, en el que nos convertimos en un periodista caído en desgracia que, siguiendo la pista de un personaje muy famoso para escribir el artículo que remontará tu carrera, te quedas atrapado en la habitación del pánico de la casa de la persona que estás investigando, con lo que tendrás que escapar a la vez que recabas la información que necesitas. Ambos tienen pintaza.

Por cierto, que en el stand de Dragones y Losetas fue donde nos firmó Ratland su autor, Eduardo García Martín. El juego nos flipa, sobre a todo al más pequeño de la casa, y ahora se ha convertido en un tesoro único. Consiste en gestionar tu clan de ratas para que tu comunidad crezca sana y bien alimentada. Para conseguirlo deberás conseguir quesos, que no te los roben y controlar la natalidad del clan.

Admite de dos a seis jugadores a partir de ocho años y las partidas suelen durar unos 30 minutos. ¡Cuidadito con lo que hacen los clanes vecinos y no te despistes en tu búsqueda de quesos!