En las Jornadas tierra de Nadie también hay lugar para los deportes. Sobre todo, para aquellos más minoritarios, aunque también te puedes encontrar un concurso de triples. En esta edición me llamaron la atención tres actividades de este tipo: la iniciación a telas aéreas, que tenía pinta de ser muy divertido; el torneo de sacos a ciegas, en el que se da una épica batalla a ciegas; y el taller de espada larga, siguiendo la estela de las clases de espada láser que dimos en el parque Juan Carlos I.
Al final, por cuestiones de incompatibilidades de horario sólo pude apuntarme a la clase de espada larga, organizado por
Constantia Historical Fencing School, ¡que fue alucinante! No sólo nos ejercitaron con unos sencillos (para mí chunguísimos) ejercicios con espadas aptas para estudiantes torpes, sino que nos ilustraron sobre este arte y me encantó todo el trasfondo histórico que nos contaron.
La profesora pertenece al modo de lucha que se llama "al desnudo", porque se combate sin armadura, lo cual hace más ágil la pelea, pero más peligrosa. Nos contó que, de todos los maestros de la espada que han dejado su legado en la historia, ellos seguían a trece. Y que, de esos, a dos de ellos en especial. Uno italiano más académico y otro alemán que optaba más por la supervivencia al precio que fuera, ya que había sido militar y sabía de lo que hablaba.
También nos contó que investigar las técnicas de lucha era muy difícil, ya que venían de tiempos en los que la escritura era cosa de privilegiados y el papel y los útiles de escritura eran muy caros. Normalmente, les llegan apuntes de nobles que han tenido la obligación de presentarse a una justa y necesitaban de unas clases rápidas de maestros espadachines. Además, estos escritos, normalmente, se archivaban por el clero en grandes tomos con portadas en blanco en plan "carpeta de miscelánea" y lo mismo te encontrabas las instrucciones para una novedosa defensa co la espada, como una receta para el mal de ojo, un truco de un artesano o un poema épico.
Me pareció muy curioso y, la verdad, me quedé con ganas de saber más.
En cuanto a técnica, nos explicó que todos los combates de su modalidad se podían resolver con un eje de abscisas y ordenadas en la que de derecha a izquierda se iba de ataque a defensa y de arriba a abajo de fuerte a débil. Evidentemente siempre había que buscar la posición de ataque más fuerte, pero no siempre se logra, ya que tu adversario va a lo mismo.
Mi adversario era Daniel, al que logré convencer para que me acompañara, y os digo desde ya que pelea duro y a lo loco. Yo casi siempre estaba en posición de defensa débil. De hecho, la profesora vio la oportunidad de explicar varias técnicas de actuación cuando tu contrincante va a lo cafre y te come la distancia personal.
Y aún dio tiempo a que nos enseñara las partes de una espada y sus utilidades, porque una espada es un arma toda ella, no sólo su filo. Interesantísimo. Aprendimos un montón y acabamos agotados. Al día siguiente nos dolía todo el cuerpo de las agujetas. Vamos a tener que hacer algo con nuestro sedentarismo XP
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