Revisión de los 18 meses de Iván

Hace poco nos tocó pasar la revisión de los 18 meses de Iván. El peque se pegó todo el tiempo de espera correteando, jugando conmigo y riéndose a mandibula batiente, pero, cuando tocó entrar en la consulta se puso a llorar desconsolado. Ya sabía lo que le tocaba. La enfermera estaba acompañada por una estudiante y le contó el caso de mi bebé con mucha ternura hacia el interesado. "Con todos los pinchazos que lleva el pobre ahora lo ves llorar, pero ahí fuera es muy simpático" aseguró señalando la sala de espera. Pesó y midió al peque que no dejó de protestar en todo momento. Peso: 11,480 kilos, percentil 50, Altura: 86 centímetros, percentil 90 y Perímetro craneal: 49 centímetros, dentro de lo normal.

Iba a auscultarle el pecho, pero en vista del sufrimiento del chiquitín desistió. "Si se ve que está hecho una rosa" aseguró con una sonrisa. De todas formas, le aseguré que pronto tocaba la revisión del cardiólogo.

Esta vez sólo le tocaba un pinchazo y parece que no se enteró mucho porque, normalmente, se pone como un loco y, en cambio, no cambió el tono de sus quejidos y hasta parecía que se sorprendía cuando todo terminó.

No tardó ni un segundo en alargar la mano en busca de su aspito. "¿Mira que contento está ahora" rió la estudiante al verlos con su golosina. La enfermera me reprendió un poco "Ni chuches ni frutos secos hasta los dos años hum hum".

"Bueno Iván. Ahora ya no toca vacuna hasta los cuatro años. ¡Bieeeeeeen!" Festejé yo. Pero la enfermera nos arrojó un jarro de agua fría. "Yo aconsejaría la vacuna del neumococo a los dos años. De todas formas pregúntale al cardiólogo". Todo queda en manos del médico del corazón. Pero si es necesaria... Lo siento, cariño pero... Te va a tocar.