Un día que estábamos en el parque de juegos de Covarrubias, dos niños se fueron a montar en un columpio cuando éste cedió y cayó estrepitosamente. Menos mal que no se habían sentado directamente porque ese madero podría haberlos matado.
El caso es que nos acercamos a preguntar a los chicos si se encontraban bien y nos dimos cuenta de un detalle sospechoso. El tornillo gigante y la tuerca enorme que mantenían unidas las junturas brillaban por su ausencia. Sé que no hay que ser mal pensada, pero me cuesta mucho no maldecir al desgraciado que se le ocurrió que sería gracioso semejante gamberrada.
Todavía alucinaba con la posible causa del accidente, por otro lado, no probada, cuando el mayor de mis chicos se puso a trepar con ahínco por el madero. Resultado: tropocientas mil astillas clavadas profundamentes. Ni las pinzas, ni el agua caliente pudieron hacer que salieran las malditas.
En cuanto llegamos a Madrid pedí hora con la pediatra para que nos diera su opinión. Hasta entonces mantuvimos la zona desinfectada con agua oxigenada y tisana de tomillo. Lo primero que hizo la facultativa fue decirme que no veía nada. Normal, porque el peque se había puesto las manos negras en el cole y era difícil distinguir algo en el mapa de manchas de sus palmas. Una vez subsanado el obstáculo con abundante agua templada y jabón. Me puso mala cara por no haberle traído antes. Aceptó por buena la excusa del pueblo y procedió a darme indicaciones sobre como gestionar la situación de crisis:
- Coges una aguja biselada y le vas levantando con mucho cuidadito la piel...
- ¿Una aguja biselada es como las de coser?
- Eeeeh... No.
- Bueno, ya la compraré en el chino. No hay problema
-..... Casi mejor voy a llamar a la enfermera.
La enfermera estaba ocupada, así que fue a llamar a otra que tampoco pillaba muy lejos. Mi hijo mayor estaba histérico a estas alturas, pero entre preguntas sobre los basurillas y promesas de alguna que otra sorpresita logré calmarlo.
Mientras le preguntaba y contaba milongas, la doctora y la enfermera hurgaban todo lo delicadamente que podían. Como la luz era insuficiente, nos trasladamos a la consulta de la segunda en busca de una lupa con linterna. Ante la perspectiva, hubo que engatusar a mi hijo con no menos de tres basurillas en cuanto saliéramos de allí. Se dejó hacer poniendo caras muy raras. Cuando se le ocurrió echar un vistazo a la zona damnificada pegó un chillido de terror: "Sangre mamá, sangreeeeee" Entre las tres le tranquilizamos y le animamos a buscar a los glóbulos rojos, blancos y plaquetas que aparecen en la serie de la vida es así. "No veo nada, mami. Sólo rojo" aseguraba muy serio. "Tu sigue mirando a ver si se van a asomar justo ahora". Con una mirada llena de desconfianza me reprochó que intentara engañarle: "¡Mamaaaa! Eso no se puede ver porque son muy pequeños".
A la pediatra le llamó la atención el interés del peque por el cuerpo humano, así que intentó distraerle por ahí.
- ¿Tu sabes lo que hacen los glóbulos blancos?- Le preguntó de forma distraida.
- ¿Cual de ellos?- Amabas facultativas levantaron la cabeza a la vez y se miraron un tanto perplejas. La enfermera se rió con ganas.
- Los linfocitos.- Respondió rápida la médico.- Él lo ha querido.- Se justificó ante su compañera.
- Se comen a los bichos malos.- Respondió el peque sin vacilar
- ¡Muy bien! - alabó sorprendida.- ¿Y los macrófagos?
- Se comen los que queda después de la batalla.- Aseguró el peque un poco vacilante. Las dos quitaban astillas sin perder detalle a las ocurrencias del chiquillo, así que me vi obligada a confesar que toda esa sabiduría se debía a los capítulos de Érase una vez la vida.
- Esos los veía yo de pequeña. - Aseguró entusiasmada la enfermera.- ¿Cual es tu capítulo preferido, Daniel?
- Ummmm El del cerebro.
- Toma ya.- Exclamaron a la vez.
Mientras tanto yo no quitaba ojo de Iván que exploraba el terreno a su antojo y había que pararle los pies de vez en cuando. También hacía sus escapaditas al pasillo, aunque nunca se iba del todo de nuestra vista. Me estaba poniendo de los nervios, pero no podía hacer nada porque Daniel me tenía agarrado como si fuera a desaparecer de un momento a otro.
Tras casi una hora quitando astillas, dieron por concluida la tarea, para alivio de mi mayor. Aunque me regalaron una de las famosas agujas biseladas por si le encontrábamos una que ellas no hubieran visto. A Daniel le pusieron una cremita que el calificó de relajante. Y visto su interés, se la acabaron regalando. Entre eso. y la perspectiva de los basurillas que le había prometido exclamó: "¡Hoy es el día de los regalos!" dando más motivos de alegría al personal sanitario, que se había incrementado en la enfermera que no había podido atenderle. es muy maja y se había acercado a preguntar por el chiquillo: las tres se rieron mucho con su ocurrencia.
Los peques entraron con una gran sonrisa al kiosko, pero se llevaron una decepción muy grande porque no tenían basurillas. Menos mal que encontramos otro bichos igual de feos que les gustaron. Y eso fue lo que compré como premio a la valentía del mayor.
No tengo ni idea de qué son los basurillas pero me alegro de que hayáis podido quitarle las astillas. La gente está fatal de la cabeza ¿Quién rompe un columpio a propósito? Por cierto, mira a ver si le convalidan primero de Medicina. Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarA lo mejor pasó otra cosa, pero es que era muy sospechoso.
EliminarLo de convalidar primero de medicina vamos a esperara que se le pase la idea de que de mayor quiere ser glóbulo blanco ;)
Los basurillas son estos:
http://www.rtve.es/infantil/series/basurillas/
¿Qué son las basurillas?
ResponderEliminarEs una serie que tiene por detrás el típico merchandising horroroso y que emociona a los peques:
Eliminarhttp://www.rtve.es/infantil/series/basurillas/
Dios que peligro lo del columpio la gente esta loquisima.
ResponderEliminarPobrecillo con lo de las astillas, que ademas si que estuvieron ahi mucho rato. Por cierto me uno a lo de que son las basurillas?
Tambien me encanta la serie de erase una vez la vida esta muy bien y es muy instructiva
Aprenden muchísimo con esa serie. A mí me encantaba también :D
EliminarLos basurillas:
http://www.rtve.es/infantil/series/basurillas/
Hola, soy la antigua Jirafa. Por diversos motivos ya no tengo el blog disponible, pero ahora voy a colaborar en este nuevo. Te invito a pasarte si lo deseas.
ResponderEliminarDefinitivamente, Daniel es un genio. Me alegro que pudieran sacarle las espinas. Dale un besito
Me pasé ayer vía móvil y me fue imposible comentar. En cuanto tenga un ratín vuelvo :D
EliminarQue pena que el antiguo blog no lo tengas. Me encantaba. Estoy segura de que el nuevo va a ser increíble.
Pobrecito Daniel con lo que duelen las astillas... y anda que tú... comprar una aguja biselada en los chinos jajajaja buena táctica para quitarte el marronazo de encima...
ResponderEliminarBesotes.
Una que vive en la ignoracia y no tiene ni idea de costura :(
EliminarBesos a millones!!
Espero que Daniel esté mejor y menudo susto lo del columpio, lo mejor de todo fue que nadie resulto herido de gravedad.
ResponderEliminarUn abrazo!
Sí, ¡menos mal!
EliminarLo de Daniel no pasa de ser una anécdota :D
Yo tampoco se que son las basurilla...nos has dejado intrigada...Espero que Daniel esté mejor, es muy valiente y muy listo. Un abrazo!
ResponderEliminarA Daniel ya se le ha olvidado todo. Es lo mejor de estas edades jajaja
EliminarEstos son los basurillas:
http://www.rtve.es/infantil/series/basurillas/
Ains!!! estos peques.......me legroque todo salier bien y que le premiases por ser un chico bueno....aunque el premio haya sido un basurilla de esos, jajajja gracias por el video......
ResponderEliminarMuchas gracias!!! Se portó como un campeón porque le hurgarn un montón de tiempo.
EliminarAl final no encontramos basurillas, pero le compré otros bichos iguales de feos y se quedó conforme :D