Después de vivir intensamente el antiguo oeste nos fuimos a una paraíso natural: Fuente Azul. Un lugar increíble para pasar el día y darse un bañito.
El agua cristalina y las escarpadas paredes de roca salpicadas de matorrales verdes lo hacen un paraje idea para relajarse. Nos plantamos allí con nuestro picnic y nuestras ganas de pasarlo bien. Sobre todo los niños que no veían la hora de zambullirse alegremente.
En una cueva excavada en la roca está la fuente que da nombre a la zona. Allí recogimos agua fresca para beber, antes de que algunos bañistas se dieran un chapuzón en su interior. Desgraciadamente se hizo famosa por convertirse en la tumba de Alfonso Antxia Rioseco, un espeleobuceador. Yo sólo de pensarlo me falta el aire.
Daniel se ponía histérico cada vez que entrábamos en la cueva. Supongo que pensaba que la fuente nos absorbería sin remedio. Le explicamos que no pasaba nada por entrara a ver la fuente. Incluso por bañarse en ella si se sabía nadar. Simplemente, teníamos que abstenernos de buscar el fondo de la misma.
De todas formas, yo prefería que mis niños se quedaran en lugares donde hicieran pie. No era difícil porque con el calor loa niveles de agua no eran muy altos.
Lo pasamos genial en la orilla del laguito jugando con las piedras y el árbol. Al final nos quedamos mucho más de lo que pensábamos porque los peques se lo estaban pasando bomba.
Yo no soy muy amiga del agua pero el entorno es precioso!!! Un besote.
ResponderEliminarTambién hemos ido en invierno de excursión sólo por verlo. Es una excursión chula aunque no te bañes :D
EliminarMenudo paraíso! Es un lugar precioso, además se ve que lo habéis pasado de maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo!
Sí, fue una excursión preciosa :D
Eliminar¡Qué maravilla Dácil! No me extraña que el niño pensara que la cueva os tragaría,jaja.
ResponderEliminarTiene una imaginación desbordante jajaja
EliminarYo creo que ya veía la fuente como una gran aspirador buuuf
No me extraña tampoco que le diera miedo
Señora, mi tío Alfonso Antxia no se "empeñó" en buscar el fondo. Mi tío era un experto espeleobuceador que en innumerables ocasiones ha ayudado a salvar vidas y que topografiaba cuevas para descubrirlas como hacen tantos y tantos espeleólogos en el mundo. Gracias a ellos conocemos las maravillas que encierran y usted no solo está insultando la memoria de mi tío sino que está insultando a todos los que tienen esa profesión.
ResponderEliminarSiento la ofensa. No ha sido intencionada. Borrada la frase a la que alude.
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