Uno de los enclaves que se ha reformado recientemente para darle un impulso turístico importante es el cementerio de Sad Hill. Cuando fuimos hará un par de años, sólo subsistían unas pocas tumbas y un par de carteles. Ahora hay cruces allá donde mires. Una pasada.
Hasta han puesto montículos precediendo a las cruces para dar más realismo. La orca y la tumba abierta dan su toque. Es casi imposible evitar la tentación de hacer las típicas fotos chorris con estos elementos macabros.
En el centro del cementerio se encuentra un imponente círculo empedrado que han debido desenterrar y limpiar porque yo no lo recuerdo de la otra vez. Por lo visto, allí acontece el duelo final de la peli. Anda que no hicimos duelo nosotros: entre dos, entre tres, los niños a por los padres, a por las madres... Hubo más disparos que en una batalla de indios y vaqueros. ¡Vamos! Que nos metimos de lleno en el espíritu del antiguo oeste. Lo pasamos genial gritando pum pum y poniendo cara de forajidos. No hay nada como una cuadrilla de niños inquietos y unos adultos predispuestos para revivir la infancia intensamente.
Después de tanto tiroteo cogimos el coche de nuevo para seguir la excursión a Fuente Azul
¡Qué guay! Yo también me lo pasaría pipa en un sitio así. Besotes!!!
ResponderEliminarEstoy segura. Ya te veo con mirada de acero y la puntería de un halcón ;)
EliminarHola, ¿fuisteis en coche hasta el cementerio?
ResponderEliminarSí, hay un parking de tierra justo enfrente de la puerta. Todo facilidades :D
Eliminar