Llevar a los niños al río de Covarrubias es una apuesta de ocio segura. Se lo pasan pipa. Y más si hace el calor inusual de este fin de semana. La idea era ir a dar una vuelta, tirar piedrecitas, jugar con la arena...
Pero la cosa se nos fue de las manos y los críos acabaron dentro del río y saltando de piedra en piedra cual cabritillas felices.
Yo no quise comprobarlo, pero estoy segura de que el agua estaba más fría que el hielo, aunque la temperatura externa rozara los 25 grados. De hecho, los chiquillos salieron de allí con los pies azules. Cuando les pregunté si no se habían dado cuenta de que se estaban congelando me miraron con cara de "Qué dice esta loca, con lo bien que nos lo estábamos pasando". Y, ciertamente, me costó la vida sacarlos de allí. Casi me tengo que meter yo a por ellos. Menos mal que no hizo falta brrrr
Una vez fuera del agua, y tras comprobar varias veces que no les iba a dejar volver al agua para que cogieran un pulmonía, se pusieron a jugar en la arena con sus amigos e hicieron un volcán muy grande, que Daniel se empeñó en destrozar casi al final. Lo que le valió un castiguito de esos que parece coleccionar.
Lo cierto es que el río estaba precioso e invitaba a sentarse a contemplarlo... Si no hubiera ido con las fieras, claro.
q buena pinta!!! q suerte tener pueblo con río ¡q bonito! nosotros no tenemos río :( (envidia de la buena)
ResponderEliminarSeguro que alguno cerca tenéis!!!
Eliminar.... como para bañarse... creo q no :(
EliminarPues a coger el coche y a ir de excursión!!!
EliminarLugar privilegiado!
ResponderEliminarEn verano vamos mucho a la "playa" del río ;)
EliminarLes encanta!!
A mí uno graditos más en el agua me vendrían de lujo porque baja congelada pero el paisaje hace que valga la pena el congelamiento jajaja