martes, 20 de febrero de 2018

Expertos en Beyblades

Ya llevan tiempo de moda unas peonzas rarísimas que se desmontan, se pueden combinar piezas, son coleccionables y cada una resalta en una característica diferente, ya sea fuerza, equilibrio, defensa... No me digáis de qué depende, si de la forma, el tamaño, la forma de tirarlas... o que se están tirando el farol del siglo. ¡No tengo ni idea!

Pero el caso es que están teniendo un éxito impresionante. Te las encuentras desde tres euros y medio a lo que te quieras gastar. Porque, claro, las hay mejores y peores. Y ¿Cómo se sabe eso? Pues supongo que siguiendo la serie que versa sobre los emocionantísimos combates de estas cosas, Beyblade Burst. Eso dicen mis hijos, que se saben todos los nombres, tácticas, jugadores, características... Y donde yo veo una repetición de lo mismo una y otra vez, ellos celebran finales explosivos, combos y yo que sé que más. Vamos, que lo viven.

Anda que no me dieron la matraquilla para que les comprara sus primeros Bayblades. Los pedí por internet porque no sabía ni dónde buscarlos. Y luego resultó que estaban en todos los Todo a cien. Así que al final se quedaron con el de la tienda física y con el de la tienda online porque no podían esperara a tener el suyo en la manos.

Y ahí los tienes, compitiendo, entrenando, ideando nuevas estrategias y turos. ¡Lo que da de si el invento! Les oigo gritar "Lanza, lanza, miento, miento" y troctroctroco, el suelo a tomar viento. Bueno, tampoco es que esté en unas condiciones excelentes con todo el trote que soporta el pobre cada día, pero ainsss.

Menos mal que Daniel ha encontrado solución a mis penurias y se ha agenciado una pista Beyblade apropiándose de mi palangana. Iván no ha querido ser menos que su hermano y ha hecho lo propio con el tupper más grande de la cocina. Y ya que estamos, probamos con diferentes formas y tamaños de tuppers y le hacemos un lío tremendo a mami, que si no no mola. Lanza, lanza, miento, miento.

Pero esto se nos queda corto, así que vamos a hacerlo más emocionante. A ver que tenemos por la casa, que vamos a montar unas trampas y obstáculos chulísimos. Y así lo hicieron. Menudo gimnasio Beyblade que se han construido. Ahora, que si necesito conservar grande cantidades de comida ya me puedo buscar la vida, porque los tuppers están ocupados con su importante misión.

A Iván se le ocurrió colocar el spinner en el centro, darle vueltas lanzar el Beyblade y soltar un par de canicas para que todo fuera chocando descontroladamente entre sí. Daniel se inventó un sistema de estacas que obstaculizan el devenir de su trompo, otro con varios papeles satinados que ralentizan el rodamiento, otro en el que se dispara el juguete con unas pistolas nerf y un último con una par de lápices que hacen el tema más difícil. ¡Ole la imaginación!

8 comentarios:

  1. Pues nosotros aquí no las conocemos, o no han llegado o cangrejito pasa de ellas.

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    1. por aquí están muy de moda. Es una de esas modas que sí que son divertidas, porque nada que no se lo pasan bien haciendo combates, trampas y recorridos, pero lo que no me gusta es esa necesidad que les crean de tenerlos todos, cuando todos hacen esencialmente lo mismo, desde mi punto de vista. Tienen dos cada uno y para ellos es un drama jajaja

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  2. En mi vida había oído hablar de esto. En mis épocas recuerdo que se pusieron de moda los yo-yo´s y recuerdo que no eras nadie si no tenías uno y sabías hacer unas cuantas tontunadas con él. Jajajaja. Besotes!!!

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    1. Yo era malísima con el Yoyo. Pero las canicas me encantaban!!!

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  3. jejeje recuerdo q siempre hay un juguete de lo mas absurdo q se pone de moda y todos lo queremos-quieren hay un sin fin de marcas colores, .... me acuerdo de los tazos (esos q eran una goma, girabas, y tenia q saltar) bueno o algo así. había de colores, tamaños, niveles, peleas,... bueno entretenidos están tus chicos y dándole a la imaginación a tope.

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    1. Es verdad!!! Los tazos aquellos. Es cierto que siempre hay algo que en un par de meses ya si te he visto no me acuerdo, pero esto parece que les da juego jajaja NO me arrepiento de habérselo pillado como muchas otras cosas que están cogiendo polvo desde hace eras jajaja

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  4. Todavía no ha llegado a mis oídos... Peque siempre me pide los bichos plasticosos de las colecciones de turno. Ayseñor.
    Vale la pena con lo entretenidos que están!!
    Muas!

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    1. Hay colecciones mejores y peores. Cuando me piden un animalillo de esos que da grima tocar se me ponen los pelos de punta. Les suele durar la ilusión una semana, pero este trompo es divertido y tiene muchas posibilidades jejejeje

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