La motivación

Los niños motivados hacen todo mejor y aprenden más y de forma más efectiva. Cierto, cierto... Pero... ¿No me estaré pasando? Quiero decir, ¿Tienen que estar motivados todo el tiempo? Sí, sí, ya sé que en el papel suena genial, pero en la práctica es muy cansado. Para mí, claro está. Ellos encantados de aprender jugando, de leer sólo lo que les gusta, de estudiar divirtiéndose...

Y el día que no se te ocurra nada para hacer las cosas más divertidas. O que no te apetece ponerte manos a la obra para inventar un juego, manualidad, actividad que haga las cosas más fáciles. O no tienes tiempo para llevar a cabo ese proyecto tan impresionante que se te acaba de ocurrir y que va a hacer que los churumbeles comprendan de una vez el sentido de la vida. O simplemente no te apetece. Jo, que yo también quiero tiempo para leer, ver en la tele algo que me guste, jugar a mis juegos, charlar... y qué me decís de aburrirme. Eso debe molar. Suena genial eso de aburrirse. Yo si me aburriera me dormiría fijo. En un segundo aburrida y en el siguiente roncando en la postura menos decorosa. Si total estoy dormida y no me voy a enterar de si estoy sentada, tumbada o de pie.

Pues en mi caso, cuando los peques se aburren y acuden a mí y justo en ese momento no me apetece hacerles la vida más fácil, pues eso, que no les motivo y tal. ¡Pues ya no quieren estudiar, ni hacer las tareas, ni nada! Es que claro, sin motivación... Como que las cosas son más aburridas y ya no estamos acostumbrados. Y encima nos tenemos que esforzar más, centrarnos y todo. Que cuando la cosa es divertida prestamos atención casi sin enterarnos, pero cuando nos aburrimos.. Ya no es lo mismo. Total, que paso, mami. O lo haces divertido o no cuentes con mi colaboración

What!! ¿¿Cómo?? Ahora mismo a estudiar a la antigua usanza Gruaaaarl. No hagáis salir a la mamá troll grumphf gruaaaaarl. Y ya está. Soy la mala. Lo he logrado de nuevo. eso de ser la mala me sale casi solo. Y sin esforzarme oye. Tanta historia para motivarles, tanta historia para que se diviertan, jueguen aprendiendo, se lo pasen bomba de forma constructiva y resulta que el día que no te apetece currar en ello es el que pasa a los anales de su memoria. Qué os apostáis que cuando sean unos jovenzuelos soberbios y sobraos me pondrán verde y dirán que yo nunca nuuunca les motivé ni apoyé en sus sueños y esas cosas que dice la gente cuando es joven. Y ¿sabéis qué? Que me voy a reir. Me voy a reir a carcajadas. Y les diré lo que les digo siempre cuando me hacen enfadar hasta el extremo: Hijo mío, sólo espero que tengas un hijo igualito, igualito, igualito a ti. Solo eso.