miércoles, 7 de octubre de 2020

Parque sí, parque no...

Tengo la cabeza a punto de estallar con los dilemas que me causa la situación actual. Supongo que todos estamos igual, cada uno con sus cosas...

El tema es que no puedo parar de darle vueltas al tema de la recomendación de no ir a los parques con los peques para que jueguen con sus amigos. Y es que la cosa es peliaguda, porque, ¡vamos a ver! Estos niños están acudiendo al cole y mezclándose con sus respectivos grupos burbujas, que pinchamos cada vez que los hermanos se dan un abrazo o juegan a lo bruto. O me dan un achuchón a mí, que no es que me relacione mucho, pero al super a comprar sí que voy. Y a la frutería... Y un día a correos a recoger un paquete... Me lavo las manos y tengo precauciones, pero ya tengo contactos fuera de las burbujas esas. Y el padre lo mismo. Poca cosa, pero algún contacto externo tiene cuando no queda más narices.

Eso, sin meternos en el tema coger el metro para ir a trabajar, que, afortunadamente, aquí no es necesario. pero la de burbujas escolares que deben pinchar los padres que tienen que hacerlo.

¡Ah!Y sin tener en cuenta que en las entradas al cole, en las que se hacen milagros para que los niños entren de forma ordenada y con sus grupos burbuja, hasta que mis hijos llegan a sus burbujas atraviesa unas cuantas antes, e incluso saludan a amigos que no les han tocado en su clase. Hasta hace nada, mi niño pequeño se ponía el último de su fila y su mejor amigo el primero de la suya para poder charlar a gusto antes de entrar al centro.

Todo esto viene al caso para llegar a la conclusión de que los peques se exponen a una situación de riesgo controlada (todo lo que se puede, pero a mi entender de forma insuficiente y no porque no se ha hecho un esfuerzo titánico desde el cole, que sí se está haciendo, sino porque es imposible con lo que hay) en un entorno que por ley natural detestan (¿a quién le ha gustado alguna vez ir al cole?), pero se les priva de su momento de gloria (alejados de las pantallas y respirando aire pur... digoooo, en fin, más puro que el de un espacio cerrado) de corretear con amigos en el parque para desconectar, socializar y desfogar (o el objetivo que persiga cada uno).

Que lo mire por donde lo mire... ¡¡¡No tiene sentido!!! Pero aquí siguen mis hijos desde el sábado, metidos en casita a excepción de las horas lectivas y la media hora del recreo, siguiendo las absurdas recomendaciones del gobierno. Suplicando por tele, youtube, turno de videojuegos...

Y aquí seguimos mi marido y yo discutiendo, día sí y día no, sobre lo que es conveniente y lo que no. La mala gestión de los dirigentes me va a costar el divorcio (que nooooo, que como nos queremos nos tomamos bien eso de discutir hasta el cabreo máximo). Pero el mal ambiente por disparidad de opiniones y criterios ahí está, respirándose, respirándose... excepto cuando hay partidita, que entonces se viene a jugar y no ha discutir qué grado de obligatoriedad tiene una recomendación. 

Lo peor de todo (que no es lo peor, pero que a mí pensarlo me revienta), es que, al final, nos pegaremos semanas metidos en casa para seguir la recomendación y luego cerrarán los parques, con lo que, que les quiten lo bailao a los que no siguieron la recomendación, que me parece muy bien, porque soy la primera que no la veo pertinente, pero mis hijos ajo y agua e igual de damnificados por el COVID que el resto. Y SIN PARQUE durante unos cuando meses más. Luego dirán que las adicciones digitales han aumentado una barbaridad... ¡Y que nos falta vitamina D!

Desde luego, todo esto es una grandísima MIERDA.

Ale, ya me he desahogado. Gracias a todos por escuchar.

6 comentarios:

  1. Estamos igual, todo me parece contradictorio, peo es cierto que los que respetamos las normas pagamos lo de los que no las respetan. Pero que el virus es la situación social que se está generando

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    1. Totalmente de acuerdo. Cuando pienso que tanto el gobierno como la ciudadanía no puede hacerlo peor me sorprenden desagradablemente. Estoy alucinando con esta situación!

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  2. Estoy completamente de acuerdo contigo. Los niños son los que están pagando esta situación. Un beso

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    1. Exacto! Los niños, los enfermos que no reciben atención o tratamiento, los ancianos... Es un asco de situación que demuestra que la sociedad española es un castillo de naipes :_(

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  3. Al final siempre pagan justos por pecadores... una idea muy simple: si a los que en la primera cuarentena se la saltaban, les pillaaban paseando una barra de pan, etc, en lugar de avisarlos o multarlos les hubieran puesto a trasladar cadáveres de los hospitales y residencias, SEGURO, que se habían tomado en serio las medidas de protección, higiene, etc.
    Ahora, en esta "nueva ola",si en lugar de cerrar unos sitios sí y otros no, dar instrucciones contradictorias y volvernos locos a todos, se hicieran test mínimo cada semana, a todo el mundo, en el trabajo, en el cole a los niños, en las residencias de ancianos,... de estos test rápidos que con un par de gotas de sangre sabes si el IgG y el IgM son + ó - (que existen y son bastante fiables, mi marido se hizo uno), pues no habría que parar la economía, y oye, los que lo pillaran, sí, obligatoriamente confinados, pero con un control férreo, o directamente en un hotel medicalizado o similar.

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    1. Totalmente de acuerdo. Parece que lo haga mal A POSTA. A mí no me cabe en la cabeza las estúpidas medidas ineficientes, escasas y mal orientadas que se toman y la poca solidaridad de la gente. Todo esto es muy inquietante, pero intento pensar en positivo todo el rato.

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